Después de mucho bregar, por fin, Domitila pudo enterrar a su hijo.
Sacarlo de la morgue del Hospital, fue todo un trabajo, de esos que exigen tener conocidos y hacer todo el trámite burocrático, que la ley exige, para poder enterrar a un fallecido en tan misteriosas circunstancias.
Solamente al funeral en el Cementerio General de Santiago, fueron sus amigos personales, ella y sus parientes más cercanos.
Después de un responso, en la Capilla del Colegio en donde él había estudiado. Los sagrados Corazones. Había tenido que ser así, porque para la sociedad misma, su hijo se había suicidado y la Iglesia, tenía sus formas de responder ante esa circunstancia...No a una misa en alguno de sus templos más conocidos.
Por eso, su hijo en el cajón fúnebre, estuvo en donde quizás rezó muchas veces los Domingos. En su Alma Mater, el Colegio del cual ella tenía los mejores recuerdos, para con su alumno...Como dijo el sacerdote, que habló en el responso para su hijo.
Con eso a ella ya le bastaba.
Terminó un ciclo se dijo a si misma cuando llegó a su casa.
Sus criados y sirvientas le tenía preparada unas onces con chocolate caliente y té de ese que le gustaba a él Orange Pekoe. Era la manera de recordarlo ...Sus amistades y ella, se sentaron a la mesa y tomaron las tradicionales onces. ( el té de la tarde ) Casi con el corazón más calmado, ante tamaña adversidad, Domitila ahora podía dedicarse de lleno en ayudar al Comisario Soto a esclarecer el asesinato de su hijo.
¡¡Aló!! ¿ Como está Señor Ministro?
Su voz sonó melosa y con un acento melifluo, porque no quería que su amigo de toda la vida, el Ministro de Agricultura, sospechara que lo quería, para utilizar sus contactos en la Policía...
No por nada, el Ministro tenía a su yerno, en un alto puesto en el Ministerio del Interior. Además su hijo era el Secretario del mismo Presidente de la República...
Así fue como Domitila, se enfrascó en una conversación larguísima con el Ministro de Agricultura, su primo hermano y quién sería el que la ayudaría a esclarecer la muerte de su hijo.
Por lo pronto, ella le conversó de todas sus dudas y de que el único, que podía hacer algo efectivo en la investigación, era el Comisario Soto. Además agregó ella no sólo quería que él tuviera a su disposición un grupo de policias de la Secreta le dijo...El Ministro ahí se quedó en silencio y le contestó:
¡¡Domitila, querida prima!!...
No te preocupes, de inmediato llamaré a un grupo de la Policía, que esta dentro de La Pesada. Ellos son fieles a mi, ( El ministro de Agricultura tenía su hijo, como Secretario personal del Presidente. Eso era la cuña más efectiva, que se podría esperar en este caso. ¡¡Soto tendrá la ayuda que necesita!!
No te preocupes más querida prima, ya verás que el caso tomará otros rumbos y los culpables de la muerte de Manuel serán castigados.
¡¡Gracias...Gracias!!... Dijo ella, entre sollozos de emoción.
No bien hubo colgado el fono, se dispuso a ir a ver al Comisario, a sus oficinas en la Central de Investigaciones...
Claro esta, que ella no sabía que Soto estaba ""fondeado"" ( argot policial para decir escondido ) en Curacaví.
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