Un tópico al que no he observado otorgar mayor interés es a la ida de José, María y el recién nacido hijo Jesús a Egipto. Dice Mateo: 'Después que ellos (los magos) se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; allí estará hasta que te avise. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle." Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto, y allí estuvo hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. (Mt 2:13-15)1º) También esa alusión a un viaje a Egipto es única en todo el Nuevo Testamento. Ningún otro autor neo testamentario se da por enterado.
2º) No se menciona a qué parte de Egipto fueron. De hecho esta vaguedad parece restringirse a cumplir la profecía.
3º) La profecía en cuestión es de Oseas, y dice: Cuando Israel era niño, yo le amé y de Egipto llamé a mi hijo. (Os 11:1). El problema es que difícilmente sea aplicable a Jesús, pues de hacerlo implicaría enormes líos teológicos, ya que el versículo siguiente dice: Cuánto más los llamaba, más se alejaban de mí: sacrificaban a los Baales e incensaban a los ídolos. Si el primer versículo se aplica a Jesús, el segundo también debe serlo. En consecuencia cabría pensar que Jesús sacrificó a los Baales e incensó a los ídolos.
A mi juicio no es de una preocupación teológica superlativa. Más bien debe tratarse de una travesura del autor de Mateo, muy afecto a sacar de contexto las citas bíblicas. No obstante, subraya lo poco que conocían los autores neo testamentarios de la vida real de Jesús, fuera del período de su predicación y muerte, y cómo subsanaron sus lagunas con citas del Antiguo Testamento, muchas escasamente por no decir nada pertinentes.
Saludos
Ludoviko
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