Cierto. El otro día escuché por la tele francesa al
rabino Josy Eisenberg contar que eso mismo había ocurrido entre los propios judíos al momento de confeccionar el canon de la Biblia
hebrea, o Antiguo Testamento.
Hubo mucho
jaleo porque algunos consideraban el Cantar de los Cantares como una obra
demasiado erótica que no concordaba con la
santidad de la Biblia. Y cuando lograron ponerse de acuerdo para incluirla en el canon, fue con la excusa de que el idilio entre el esposo y la esposa representa la relación amorosa espiritual entre Dios y Su pueblo, Israel.
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