¿Significa Mateo 27:52, 53 que al tiempo de la muerte de Jesús personas que estaban en el sepulcro fueron resucitadas?
Es el parecer de muchos comentaristas de la Biblia que eso es lo que estos versículos quieren decir. Sin embargo, los doctos reconocen que el sentido y la traducción apropiada de estos versículos es insólitamente difícil. En realidad, hay razones para creer que estos versículos quieren decir que cuando Jesús murió el terremoto concomitante abrió a la fuerza tumbas que estaban cerca de Jerusalén y así dejó al descubierto cadáveres que fueron vistos por los transeúntes.
Mateo 27:52, 53 dice que “abriéronse también los sepulcros; y los cuerpos de muchos santos que dormían, se levantaron, y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Jesús, entraron en la santa ciudad, y se aparecieron a muchos.”—Hispano-Americana.
Pero si cuando murió Jesús aconteció una resurrección, como sugieren esta traducción y otras
, ¿habrían esperado los resucitados hasta después de la propia resurrección de Jesús, al tercer día después de esto, para salir de sus tumbas? ¿Por qué resucitaría Dios a estos “santos” en esta ocasión, puesto que Jesús había de ser “el primogénito de entre los muertos”? (Col. 1:18; 1 Cor. 15:20) También, sería durante la presencia futura de Cristo que los cristianos ungidos o “santos” habrían de ser partícipes de la primera resurrección.—1 Tes. 3:13; 4:14-17; Rev. 20:5, 6.
Observe que, hablando estrictamente
, el relato no dice que los “cuerpos” recibieron vida. Simplemente dice que se levantaron o que fueron arrojados de las tumbas por el terremoto. Una cosa similar sucedió en la población de Sonsón en Colombia en 1962. El Tiempo (31 de julio de 1962) informó que doscientos cadáveres del cementerio de aquella población habían sido arrojados de sus tumbas por el violento temblor de tierra. Personas que pasaron cerca de aquel cementerio o lo cruzaron vieron los cadáveres y, como resultado de ello, muchas personas de Sonsón tuvieron que salir y volver a enterrar a sus parientes muertos.
Sin violentar la gramática griega, un traductor puede verter Mateo 27:52, 53 de manera que sugiera que el terremoto que aconteció al morir Jesús resultó en que ocurriera una exposición de cadáveres similar. Así, pues, la
traducción por Johannes Greber (1937) vierte estos versículos de este modo: “
Hubo tumbas que fueron abiertas, y muchos cuerpos de los enterrados allí fueron arrojados a posición enhiesta. En esta postura proyectaban de los sepulcros y fueron vistos por muchos que pasaron por aquel lugar al regresar a la ciudad.”—Compare con la Traducción del Nuevo Mundo.
(Mateo 27:52, 53) Y las tumbas conmemorativas se abrieron y muchos cuerpos de los santos que se habían dormido fueron levantados 53 (y algunas personas, saliendo de entre las tumbas conmemorativas después que él fue levantado, entraron en la ciudad santa), y se hicieron visibles a mucha gente.
Junto con el rompimiento de la cortina del templo que ponía separación entre el Santo y el Santísimo, este terremoto violento, que dejó al descubierto cadáveres que pronto fueron vistos por viajeros que llevaron la noticia a Jerusalén, sirvió de prueba adicional de que Jesús no fue un simple criminal ejecutado por maldad. Era el Mesías y el que en breve sería el primogénito de entre los muertos destinados a la vida celestial.
--- Mensaje agregado ---
(Mateo 27:50) De nuevo clamó Jesús con voz fuerte, y
cedió [su] espíritu.*
(Marcos 15:37) Pero Jesús dio un grito fuerte, y
expiró.
(Lucas 23:46) Y Jesús llamó con voz fuerte y dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Cuando hubo dicho esto,
expiró.
(Juan 19:30) Pues bien, cuando hubo recibido el vino agrio, Jesús dijo: “¡Se ha realizado!”, e, inclinando la cabeza,
entregó [su] espíritu.*
*O: “dejó de respirar”. Lit.: “cedió el espíritu”. Gr.: pa·ré·do·ken to pnéu·ma.
Es decir, murio.
●
“Los que han bajado al mundo del silencio, los que ya han muerto, no pueden alabar al Señor.” (Salmo 115:17,
Dios habla hoy [DHH].)
●
“No confiéis en los príncipes, ni en hijo del hombre, porque no hay en él salvación. Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.” (Salmo 146:3, 4,
Reina-Valera [RV], 1960.)
●
“Los que viven saben que han de morir, pero los muertos ni saben nada ni ganan nada.” (Eclesiastés 9:5,
DHH.)
●
“Quienes están en el sepulcro no pueden alabarte, los muertos no te pueden dar gloria [...]. Sólo los que viven pueden alabarte, como hoy lo hago yo.” (Isaías 38:18, 19,
DHH.)
●
“El alma que pecare, esa morirá.” (Ezequiel 18:4,
RV.)
● El siguiente es un diálogo entre Jesús y sus discípulos sobre la reciente muerte de Lázaro, su amigo:
“Lázaro, nuestro amigo, está dormido, pero yo voy a despertarle. Dijéronle entonces los discípulos: Señor, si duerme, sanará. [...] Entonces les dijo Jesús claramente: Lázaro ha muerto” (Juan 11:11-14,
Nácar-Colunga, 1972).
¿Nota a qué conclusión conducen estos pasajes? Contrario a la opinión popular, la Biblia enseña que los muertos muertos están. No están vivos en el cielo ni en ningún otro sitio; más bien duermen un sueño muy profundo, por decirlo así, en un estado de completa inconsciencia. No pueden alabar a Dios; ni siquiera pensar.
*
*La Biblia muestra que los muertos que Dios tiene en su memoria “despertarán”, es decir, serán resucitados cuando llegue el momento fijado por él (véanse Job 14:14, 15; Juan 5:28, 29, y Hechos 24:15).
http://foros.monografias.com/showthread.php/65113-El-secreto-para-entender-la-Biblia?highlight=
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