Las dos amigas después de comprar lo que necesitaban en los grandes almacenes, decidieron que para sus cansados pies lo mejor era subir hasta la octava planta donde la cafetería ofrecía sus servicios.
Caminaban entre las mesas en busca de alguna junto al gran ventanal mientras seguían con su charla, dejaron los paquetes en una silla esperando al camarero para pedir la consumición apetecida, la conversación no había decaído, se reían y estaban contentas, se les notaba en sus rostros. Parecía que habían encontrado lo que necesitaban.
Una de ellas se sentó de manera que podía ver a las personas que entraban, era continuado el trasiego de gente que como ellas necesitaban una mesa y una silla donde descansar. Siguió hablando con su compañera.
Se fijó en el hombre que acababa de entrar. No llamaba la atención en nada. Venía solo, y con la mirada estaba buscando un lugar libre. Por unos momentos sus miradas se cruzaron, fue un instante fugaz. Ella volvió a reírse de lo que le estaba explicando su amiga, mientras bajaba los ojos, como si la mesa le ofreciera un espectáculo interesante.
¡Aquella mirada, - la reconoció enseguida - cuántos recuerdos se agolparon en su cabeza!
De vez en cuando dirigía su vista hacia aquel hombre recién llegado, para comprobar si aún seguía en la misma mesa. Y sí allí estaba, con sus ojos puestos en la taza humeante. Ni un solo momento los levantó. Sus miradas no volvieron a cruzarse. Tras terminar la consumición llamó al camarero, pagó y con prisas salió.
Caminó acelerando el paso hasta el ascensor, una vez dentro mientras se cerraban las puertas aún tuvo tiempo de mirar por última vez hacia la mesa donde aquellas dos mujeres hablaban y reían, supuso que completamente ajenas a su presencia.
Pensó con cierta tristeza que los años transcurridos habían enfriado considerablemente sus sentimientos, pero al verla su corazón saltó de gozo. Y se repitió mentalmente la frase que durante años había sido su lema: “llegué tarde”. Se la presentó un amigo de la empresa, era su novia y estaban a punto de casarse. Luego por cuestiones de la vida, tuvieron que trabajar codo con codo los tres en los mismos trabajos. La empresa les pagaba sus honorarios, y pasaron juntos bastantes horas. Hasta que él, pidió un traslado. Le era imposible estar junto a ellos, se daba cuenta que sin quererlo, podría descubrir sus sentimientos, y temía que pudiera darse esta situación. Sería un verdadero problema.
Mientras el ascensor bajaba, el hombre siguió pensando en ella, los años habían pasado, pero continuaba con un encanto especial. Y dio gracias que ella no le hubiera reconocido. Al creerlo así se sintió aliviado. Ya en la calle se subió el cuello de la gabardina, el aire era frío.
Las dos mujeres terminaron su consumición, mientras su amiga le decía “de pronto te has quedado muy callada” a lo que le respondió que era cierto. “Me ha parecido ver a un conocido, aunque seguro ha sido un error mío.” –Mintió porque creyó que era mucho mejor de esta manera-
Mientras pensaba que los años transcurridos los habían cambiado a los dos, ya no eran los jovencitos de antaño, seguro que él, no la reconoció. Pensó que era mejor de esta manera, así podía seguir la llama que siempre él, había tratado de ocultar. Su comportamiento siempre fue impecable, ni una palabra, ni una sonrisa fuera de la camaradería, nada. Era el amigo de su marido, y el compañero en la empresa. Luego supo que había pedido un traslado a otra sucursal, y dejaron de verse. Ella supo el verdadero motivo por el que pidió un alejamiento.
A las mujeres no se les escapa cuando un hombre, con sus miradas lo dice todo, sin decir una palabra. Y sintió un descanso cuando supo que se iba lejos. Entonces pensó que era mucho mejor distanciarse, pues era consciente que tenerlo demasiado cerca, era un peligro en potencia. Nunca se sabe cómo vamos a reaccionar ante una situación imprevista y por supuesto muy delicada.
Y hoy al verlo en la cafetería, pensó que era una suerte que no la hubiera reconocido. Mejor recordar las imágenes de años atrás.
Cada cual siguió su camino, como siempre lo habían hecho.
Abril 2014
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