Iniciado por
Davidmor
Dice y DESPUES de eso vi a una multitud, claramente son dos grupos separados, uno es el "rebaño pequeño" y el otro "el rebaño grande o gran muchedumbre"....En otro post me expandire.
PD: Si tu también lees y comentas lo del Post 1 que no entiendes o no ves con relación y por tanto no razonable o invento, te lo agradecería.
Ahorate explicare, porque en el NT se menciona la vida en el cielo,quienes serán y quienes formaran parte de los 144.000.
Cuando Jesús ascendió al cielo,no tomó inmediatamente el cetro para gobernar a los pueblos del mundo (Salmo 110:1). Sin embargo, sí recibió un “reino” con súbditos que le obedecían. El apóstol Pablo se refirió a este con las palabras: “[Dios] nos libró [a los cristianos ungidos por espíritu] de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor” (Colosenses 1:13). Tal liberación comenzó en el Pentecostés del año 33 E.C., día en que se derramó espíritu santo sobre los discípulos fieles de Jesús (Hechos 2:1-4; 1 Pedro 2:9).
En su función de “embajadores en sustitución de Cristo”, los discípulos ungidos [Sellados] por espíritu iniciaron obedientemente la recolección de otras personas que llegarían a ser sus “conciudadanos” en ese reino espiritual (2 Corintios 5:20; Efesios 2:19; Hechos 1:8 ). Estos, a su vez, habían de permanecer “aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar” a fin de disfrutar de la aprobación de su Rey Jesucristo (1 Corintios 1:10). En conjunto constituían “el esclavo fiel y discreto”, la clase del mayordomo fiel (Mateo 24:45; Lucas 12:42).
‘El reino del Hijo de su amor.’ Diez días después de la ascensión de Jesús a los cielos, en el Pentecostés del año 33 E.C., sus discípulos tuvieron prueba de que había sido “ensalzado a la diestra de Dios” cuando derramó espíritu santo sobre ellos. (Hch 1:8, 9; 2:1-4, 29-33.) De esta manera entró en vigor el “nuevo pacto”, y ellos se convirtieron en el núcleo de una nueva “nación santa”, el Israel espiritual. (Heb 12:22-24; 1Pe 2:9, 10; Gál 6:16.)
Entonces Cristo estaba sentado a la diestra del Padre y era el Cabeza de la congregación. (Ef 5:23; Heb 1:3; Flp 2:9-11.) Las Escrituras muestran que a partir del Pentecostés del año 33 E.C. se estableció un reino espiritual sobre los discípulos. Cuando el apóstol Pablo escribió a los cristianos colosenses del primer siglo, indicó que Jesucristo ya tenía un reino: “[Dios] nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor”. (Col 1:13; compárese con Hch 17:6, 7.)
El reino de Cristo que empezó en el Pentecostés de 33 E.C. es de carácter espiritual, al igual que el Israel sobre el que rige: los cristianos engendrados [Sellados] por el espíritu de Dios para ser Sus hijos espirituales. (Jn 3:3, 5, 6.) Cuando tales cristianos engendrados[Sellados] por espíritu reciben su recompensa espiritual, dejan de ser súbditos terrestres del reino espiritual de Cristo para pasar a ser reyes con Cristo en los cielos. (Rev 5:9, 10.) y son 144.000 sellados.
Sí, Jesús entonces comenzó a regir sobre su congregación de seguidores, quienes, con el tiempo, habían de unirse a él en los cielos. Por esto la Biblia dice que ellos, mientras están en la Tierra, son llevados “al reino del Hijo [del] amor [de Dios].” (Colosenses 1:13) Pero esta gobernación, o “reino,” sobre cristianos que tienen la esperanza de adquirir vida celestial no es el gobierno del Reino por el cual Jesús enseñó a sus seguidores a orar. Es un reino sobre solo las 144.000 personas selladas que han de regir con él en el cielo. A través de los siglos solamente ellos han sido sus súbditos. Por eso esta gobernación, o ‘reino del Hijo del amor de Dios,’ terminará cuando el último de estos súbditos que tienen esperanza celestial muera y se una a Cristo en el cielo. Ya no serán súbditos de Cristo, sino que entonces serán reyes con él en el gobierno del Reino que se prometió desde tanto tiempo atrás.
“Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes les fue concedido hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: ‘No hagan daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado a los esclavos de nuestro Dios en sus frentes.’”—Revelación 7:1-3.
Al escribir su segunda carta a la congregación cristiana de la antigua Corinto alrededor del año 55 E.C., Pablo dijo:
(2 Corintios 1:21, 22) Pero el que garantiza que ustedes y que nosotros pertenecemos a Cristo, y el que nos ha ungido, es Dios. 22 Él también ha puesto su sello sobre nosotros y nos ha dado la prenda de lo que ha de venir, es decir, el espíritu, en nuestros corazones.
De esto se desprende claramente que el sellar se efectúa por medio del espíritu de Dios, es decir, por su santa fuerza activa invisible. Esto lo comprueba también lo que Pablo escribió a la congregación cristiana de la antigua Éfeso, en Asia Menor, alrededor del año 60 ó 61 E.C. Asociando el espíritu con la obra de sellar, Pablo escribió lo siguiente:
“Nosotros los que hemos sido los primeros en esperar en el Cristo. Pero ustedes también esperaron en él después que oyeron la palabra de la verdad, las buenas nuevas acerca de su salvación. Por medio de él también, después que ustedes creyeron, fueron sellados con el espíritu santo prometido, que es una prenda anticipada de nuestra herencia, con el propósito de poner en libertad por rescate la propia posesión de Dios, para su gloriosa alabanza.”—Efesios 1:12-14.
El ser sellado con el espíritu de Dios es una muestra de lo que ha de venir. Es una indicación de que el cristiano creyente, dedicado y bautizado ha llegado a ser parte de la posesión de Dios, con la esperanza de al fin llegar a ser su posesión eterna para la gloriosa alabanza de él. Por esta razón un cristiano sellado [=o ungido, engendrado por espíritu] que tiene la prenda del espíritu tiene que conservar ese sello fielmente hasta el fin de su carrera terrenal.
¿cuál es el número completo de los que son sellados permanentemente? ¿Cuántos de entre la humanidad irán al cielo para estar con Jesucristo en el reino celestial?
Juan lo revelo:
(Revelación 7:3-8 ) y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”. 4 Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel: 5 De la tribu de Judá, doce mil sellados; de la tribu de Rubén, doce mil; de la tribu de Gad, doce mil; 6 de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la tribu de Manasés, doce mil; 7 de la tribu de Simeón, doce mil; de la tribu de Leví, doce mil; de la tribu de Isacar, doce mil; 8 de la tribu de Zabulón, doce mil; de la tribu de José, doce mil; de la tribu de Benjamín, doce mil sellados.
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