La Biblia deja claro que la vida del cuerpo esta en la sangre.
Esta traducción es correcta, pero te estas liando:
(Levítico 17:11) Porque el alma de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes para hacer expiación por sus almas, porque la sangre es lo que hace expiación en virtud del alma [en ella].
Teniendo todos los conceptos verdaderos de la Biblia, nos damos cuenta de que" la sangre hace expiación en virtud de la vida en ella."
Para que lo entiendas en IDIOMA MODERNO:
(Levítico 17:11) Porque la VIDA de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes para hacer expiación por sus VIDAS, porque la sangre es lo que hace expiación en virtud de la VIDA [en ella].
or the life* of the flesh is in the blood,+ and I myself have given it on the altar+ for you to make atonement for yourselves,* because it is the blood that makes atonement+ by means of the life* in it.
Iniciado por
Emeric
Naturalmente, los neoarrianos de la Watch Tower (los Testigos de Jehová) alegan que el vocablo hebreo nephesh se puede traducir por vida o por alma, en cuyo caso podrían ser usados como sinónimos.
Ese argumento es aceptable, pero en otros contextos; no aquí. Veamos :
La Watch Tower enfatiza mucho en que cuando preparó su TNM en la década de 1950-1960, procuró darle a los vocablos de los textos bíblicos "originales" la misma traducción en todos los contextos en los cuales aparecen.
Y cito su obra "Toda Escritura es inspirada de Dios, y provechosa", pág. 328, § 7 :
"La Traducción del Nuevo Mundo" hace todo esfuerzo para ser consecuente al verter la materia bíblica. Para una palabra hebrea o griega dada se ha asignado una palabra en el idioma de la Traducción del Nuevo Mundo, y ésta se ha usado tan uniformemente como lo ha permitido la estructura lingüística o el contexto para comunicar de lleno el sentido en el idioma moderno. Por ejemplo, la palabra né-fesch se traduce consecuentemente "alma". La palabra griega correspondiente, psy-kjé, se traduce "alma" cada vez que aparece".
El problemón que se le plantea a los neoarrianos es que en nuestros idiomas modernos español, inglés, francés, etc., el alma y la vida no siempre son equivalentes. Por ejemplo, sabemos que las plantas tienen vida pero no alma en el sentido que tiene alma en nuestros idiomas modernos, para retomar la propia formulación de la Watch Tower ya citada.
El alma en la Biblia se refiere a la vida, respiración,sangre,deseo....
El uso dado en el contexto bíblico a los términos originales (heb. né·fesch [נֶפֶשׁ]; gr. psy·kjḗ [ψυχή]) muestra que la palabra “alma” se refería tanto a una persona como a un animal o a la vida que hay en ambos.
Sin embargo, la idea que la palabra “alma” comunica hoy a la mayoría de la gente no concuerda con el significado de los términos hebreo y griego que emplearon los escritores bíblicos inspirados. Este es un hecho cada vez más reconocido. Ya en 1897, después de un análisis detallado del uso de né·fesch, el
profesor C. A. Briggs hizo la siguiente observación en el
Journal of Biblical Literature (vol. 16, pág. 30): “El uso que en la actualidad se le da en inglés a la palabra alma por lo general transmite un significado muy diferente de נפשׁ [né·fesch] en hebreo, y es fácil que el lector incauto la interprete mal”. Lo mismo pudiera decirse respecto al uso de la palabra “alma” en nuestro idioma.
Más recientemente, cuando la
Sociedad de Publicaciones Judías de América editó una nueva traducción de la Torá —los cinco primeros libros de la Biblia—, el jefe de redacción,
H. M. Orlinsky, de la universidad Hebrew Union, dijo que la palabra “alma” casi se había eliminado de dicha traducción porque “la palabra hebrea que se trata aquí es ‘nefesch’”. Añadió que ‘otros traductores habían interpretado que esta significa “alma”, algo completamente inexacto.
La Biblia no dice que tengamos un alma.
“Nefesch” es la persona misma, su necesidad de alimentarse, la mismísima sangre de sus venas, su propio ser’.
(The New York Times, 12 de octubre de 1962.)
¿Cuál es el origen de la doctrina de la invisibilidad e inmortalidad del alma humana?
La dificultad estriba en que los significados que se suelen atribuir a la palabra “alma” no se derivan principalmente de las Escrituras Hebreas o de las Griegas Cristianas, sino
de la antigua filosofía griega, que en realidad es
pensamiento religioso pagano. El filósofo griego Platón, por ejemplo, puso en boca de Sócrates las siguientes palabras: “El alma, [...] que se separa pura, sin arrastrar nada del cuerpo, [...] se va hacia lo que es semejante a ella, lo invisible, lo divino, inmortal y sabio, y al llegar allí está a su alcance ser feliz, apartada de errores, insensateces, terrores, [...] y de todos los demás males humanos, [...] para pasar de verdad el resto del tiempo en compañía de los dioses”. (Fedón, 80 d, e; 81 a.)
En contraste directo con la enseñanza griega de que psy·kjé (alma) es inmaterial, intangible, invisible e inmortal, las Escrituras muestran que cuando psy·kjḗ y né·fesch se utilizan con respecto a las criaturas terrestres, ambas se refieren a lo que es material, tangible, visible y mortal.
La
New Catholic Encyclopedia (1967, vol. 13, pág. 467) dice:
“Nepes [né·fesch] es un término mucho más abarcador que nuestro vocablo ‘alma’, pues significa vida (Éx 21.23; Dt 19.21)
y sus diversas manifestaciones vitales: respiración (Gé 35.18; Job 41.13[21]),
sangre (Gé 9.4; Dt 12.23; Sl 140[141].
8 , deseo (2Sa 3.21; Pr 23.2). El alma en el AT [Antiguo Testamento] no significa una parte del hombre, sino
el hombre completo: el hombre como ser viviente. De manera similar, en el NT [Nuevo Testamento] significa la vida humana:
la vida de la persona, el sujeto consciente (Mt 2.20; 6.25; Lu 12.22-23; 14.26; Jn 10.11, 15, 17; 13.37)”.
La
traducción católica romana The New American Bible, en su “Glosario de términos de la teología bíblica” (págs. 27, 28 , dice:
“En el Nuevo Testamento, ‘salvar uno su alma’ (Mr 8:35)
no significa salvar alguna parte ‘espiritual’ del hombre, como algo en oposición a su ‘cuerpo’ (en el sentido platónico),
sino a la persona completa, destacando el hecho de que la persona vive, desea, ama y ejerce su voluntad, etc., además de ser algo concreto y físico” (publicada por P. J. Kenedy & Sons, Nueva York, 1970).
Né·fesch viene de una raíz que significa
“respirar”, y en un sentido literal se podría traducir como
“un respirador”. El Lexicon in Veteris Testamenti Libros (de Koehler y Baumgartner, Leiden, 1958, pág. 627) la define como
“la sustancia que respira, que hace del hombre y del animal seres vivientes Gé 1:20, el alma (estrictamente diferente de la noción griega del alma), el asiento de la cual es la sangre Gé 9:4f; Le 17:11; Dt 12:23: (249 veces) [...]
alma = ser viviente, individuo, persona”.
La palabra griega
psy·kjḗ se define en los léxicos griego-inglés como
“vida”, y “el ser o la personalidad consciente como centro de las emociones, deseos y afectos”,
“un ser vivo”, y esos léxicos muestran que ese término se usó para referirse a
“animales” no solo en la Biblia, sino en obras griegas. Por supuesto, como esas fuentes tratan principalmente de los escritos griegos clásicos, también incluyen todos los significados que los filósofos griegos paganos dieron a esa palabra, como: “espíritu difunto”, “el alma inmortal e inmaterial”, “el espíritu del universo” y “el principio inmaterial del movimiento y la vida”. Seguramente, el término psy·kjḗ también se aplicaba a la “mariposa” o “polilla”, criaturas que experimentan una metamorfosis, transformándose de oruga en criatura alada, debido a que algunos de los filósofos paganos enseñaron que el alma salía del cuerpo al momento de morir. (Greek-English Lexicon, de Liddell y Scott, revisión de H. Jones, Oxford, 1968, págs. 2026, 2027; New Greek and English Lexicon, de Donnegan, 1836, pág. 1404.)
Los escritores griegos antiguos aplicaron psy·kjḗ de diversas maneras inconsecuentes, pues sus filosofías personales y religiosas influían en el uso que le daban a dicho término. De Platón, a cuya filosofía se pueden atribuir (como por lo general se reconoce) las ideas comunes en cuanto al “alma”, se dice: “Mientras que a veces habla de una de las [supuestas] tres partes del alma, la ‘inteligente’, como una necesariamente inmortal, mientras que las otras dos son mortales, también habla como si hubiera dos almas en un cuerpo: una inmortal y divina, y otra mortal”. (“Thoughts on the Tripartite Theory of Human Nature”, de A. McCaig, en The Evangelical Quarterly, Londres, 1931, vol. 3, pág. 121.)
En vista de esta inconsecuencia en los escritos no bíblicos, es imprescindible dejar que las Escrituras hablen por sí mismas, mostrando lo que los escritores inspirados querían decir cuando utilizaban el término griego psy·kjḗ o el hebreo né·fesch. Este último aparece 754 veces en el texto masorético de las Escrituras Hebreas y psy·kjḗ aparece 102 veces en el texto de Westcott y Hort de las Escrituras Griegas Cristianas; en total, 856 veces. (Véase el apéndice de la NM, págs. 1572, 1573.) Debido a este uso frecuente, es posible determinar con exactitud el sentido que tenían estas voces para los escritores bíblicos inspirados y el que deberían transmitir al lector moderno. Al efectuar este examen, se observa que, a pesar del sentido amplio de estos términos y sus diferentes matices, no hay inconsecuencia ni confusión entre los escritores bíblicos en lo relacionado con la naturaleza del hombre, como sucedió entre los filósofos griegos del llamado período clásico.
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