El tema aquí deliberadamente propuesto por el forista Emeric es el tema de un audaz reto personal que nos presenta el forista para darle –en apariencia– seguimiento y buen fundamento bíblico, pero restringido al plano de una simple concepción personal que ya se tiene establecida con anterioridad, ante cualquier argumento que desentrañe la verdad detrás del “mito”, o bien, del calificado cinismo que sobrepuja y trata de abrirse camino ante la demoledora dialéctica subjetiva que no valora más que lo que ya se ha decidido en aras de fomentar el radicalismo, irrespetando en un tono desafiante, todo vestigio de verdad que nos guíe mejor para un adecuado entendimiento hermenéutico de las Escrituras.
La inconsistente premisa presentada como base fundamental que da apoyo a la aporía que el argumento principal encubre, obedece, no a la falsedad en sí de desenmascarar una inadecuada interpretación de lo sagrado, (que en el fondo le importa un bledo) sino más bien a una guerrilla personal hacia una ideología religiosa que hay que callar a ultranza y que manifiesta a sus anchas (la wachtoweriana como la llama), no por lograr que prevalezca la luz de la verdad por encima de la incomprensión de lo que denomina “secta”, porque nada le importa este camino también, sino por continuar con la represión religiosa derivada de la costra que heredó de cuando era "creyente" en los cuentos míticos que extrajeron de las Escrituras, como disimulado recurso heredado de la nefasta obscuridad que dio origen a la malformación teológica más grande de la historia registrada: la negación del Cristo, Hijo de Dios auténtico, que fue desfigurada por el infame comportamiento de los principales que lideraron y dominaron el escenario religioso mundial. Hasta esto se ha pretendido apagar minimizando los terribles hechos que no se pueden ya borrar de los anales de la historia registrada.
Los conflictos que a menudo se dan entre posiciones y puntos de vista contrarios respecto a problemas que afectan a la vida y la muerte de las personas, conflictos que suelen contraponer a creyentes con otros creyentes se logran solamente en los términos que no sólo hacen difícil el acuerdo, sino la misma discusión para alcanzarlo.
Una de las razones del enfrentamiento es la cuestión del fundamento sobre lo que debe definirse como “Deidad” o “Divinidad”. De hecho, es una de las preguntas que ha ocupado a las mentes desde los orígenes del hombre: el por qué se debe respetar esto o aquello, por qué hay que ser buena persona. Por qué hay que hacer justicia. Por qué la vida humana es sagrada y por qué el ser humano tiene una dignidad fundamental que defender.
Juzguen los más racionales. Y cuando me refiero a "racionales" no estoy llamando la atención de los que sólo con la "razón" analizan a Dios como los radicales e insulsos discutidores más conspicuos del presente epígrafe (con los que ya me han relacionado) anteponiendo lo que creen como "razón" a los preceptos claramente expuestos cuando hacemos uso de una verdadera investigación bíblica sin pre-conceptos que nos impidan llegar al meollo de las falsedades que, bajo la etiqueta de un desaforado cristianismo, ha desencadenado toda una debacle teológica a lo ancho y largo de la historia registrada desde la muerte del Señor, y que todavía hoy en día, la fomentan en este tipo de foros de aparente "corte cristiano".
Mi decisión de no seguir con el "dime tú que yo te diré luego" con el forista Emeric espero haya quedado clara. No se puede estar hablando con una pared impenetrable desde donde proceden todas las estupideces que a manera de "diálogo" (o así lo entiende el forista) arremete contra todo el orden lógico establecido, desoyendo a su conveniencia todo lo que desde ya, tiene claro como "prejuicio" que lo envuelve y lo domina, sin que siquiera tenga un ápice de conciencia de lo que realmente anida en su alma atribulada por la contradicción y el deterioro de una vida frívola, materialista, sin futuro ni esperanza de nada. Lo que hace es pervertir la sana enseñanza con sus consuetudinarios y vacíos aportes, así como el provocar en los foristas esa incomodidad de saberse manipulado hasta el paroxismo cuando intenta llevarlo al extraño y ocurrente "monólogo" al que frecuentemente nos invita, sólo para burlarse, a sus anchas como suele hacerlo, de todo ese caudal de incoherencias e inexactitudes que llama "debate" a partir de un examen imparcial de los términos y vocablos hebreos y griegos desde donde se ha traducido el mensaje del Creador.
Otra de las razones amparadas a la cordura y a la tranquilidad del espíritu es el estar lidiando y discutiendo con un ser que "escupe a Dios y a su Hijo" a sus anchas y que es a la vez "aplaudido" de manera disimulada por la concurrencia, a quien al mismo tiempo deciden seguirle el jueguito ese que se trae y que al parecer tiene todo el tiempo del mundo para estar inundando el foro con sus temas, a cual más de todos de insolentes e irrespetuosos con los que pretende "jugar" a ser "Dios" pero al mismo tiempo, siendo un "antidios" con el derecho de proliferar ese extraño "evangelio" personal que divulga y pregona.
Lo contradictorio en él es que no DEFIENDE A DIOS, sino a SU EGO QUE CREE SER EL DE UN DIOS y, desde esa plataforma psicológica, arremete contra todo aquél que intente siquiera contradecirle alguna de sus "máximas" con las que de continuo descarga contra los "herejes" que ven en Cristo al auténtico y no ficticio, Hijo de Dios y, haciendo esfuerzos "supremos" por defender a la Divinidad como si fuera su propio padre biológico, se escuda en el lamentable conocimiento que lo llevó a su situación actual, cuando era militante de alguna secta de su agrado, con toda esa sarta de mentiras con la que le envenenaron la mente convenciéndolo que desde ese momento ya era un futuro residente del "cielo" al lado de su "Señor".
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