Otra de las falsas doctrinas que están invadiendo al Pueblo de Dios son la "famosas" maldiciones generacionales.
Esta falacia enseña que las cosas malas que nos suceden son consecuencias de los pecados de nuestros antepasados.
Enseñan que la gente no sólo hereda la naturaleza pecaminosa de sus antecesores, sino que también adquieren la maldad acumulada de sus antecesores, o sea la heredan.
Todo esto no es más que una trama para preparar el camino. Nos dicen que satanás tiene derecho legal contra los creyentes que no han tratado de una forma eficaz con sus maldiciones generacionales.
Claro, una vez que estos flasarios tienen a la oveja culpándose por lo que hizo su tatatatatatara abuelo es cuando lanzan la próxima fase de su plan. Valiéndose de la preciosa sangre de nuestro Señor dicen que fue derramada por los pecados de cada persona, pero que para que esta TENGA efecto deben dar un paso extra para quitar la iniquidad, la trasgresión de sus antecesores pasada a ellos.
Este PASO adicional consiste en averiguar los pecados de sus antecesores hasta la cuarta generación, confesando los pecados por ellos y rompiendo personalmente con esas supuestas maldiciones.
Sin embargo, al leer la Escritura no encuentro tales pasos.
Proverbios 26:2 establece que una maldición dirigida hacia una víctima inocente es totalmente inefectiva.
Argumentar que un Cristiano nacido de nuevo es sujeto a estas maldiciones es hacer inefectiva la obra de Cristo, dejando de lado las siguientes doctrinas fundamentales.
1- DOCTRINA DE LA EXPIACIÓN
La doctrina de la expiación nos enseña cómo el hombre alcanza la libertad de todos sus pecados por medio del sacrificio de Cristo.
2- DOCTRINA DE LA REGENERACIÓN
La doctrina del nuevo nacimiento nos habla de un acto de regeneración que le da entrada al hombre al reino de Dios por el lavamiento de sus pecados, por este acto el hombre es lavado y renovado, rompiendo con ello toda cadena de pecado y se anulan todas las actuaciones de su vida pasada.
3- DOCTRINA DE LA JUSTIFICACIÓN
La justificación es el acto mediante el cual Dios declara justo al injusto. No significa hacer al pecador justo, sino declarar que es justo. Es más que el perdón. El perdón libra de la condena del pecado, pero no de la culpabilidad. En la justificación, Dios no solamente perdona al pecador, sino que también lo declara justo y libre de la culpabilidad de su pecado. Delante de Dios es como si nunca hubiera pecado. Entonces tiene paz para con Dios.
4- DOCTRINA DE LA REDENCIÓN
En el Nuevo Testamento el verbo redimir lleva la idea de comprar un esclavo para ponerlo en libertad.
Los hombres aparecen como esclavos "vendidos a sujeción de pecado", "bajo maldición" "sentencia de muerte". Cristo es nuestro Redentor, habiéndonos comprado por el precio de Su preciosa sangre.
Entonces...
El Señor nos llamó a predicar la salvación para los hombres a través de la fe en el Señor Jesucristo, y no mediante un dizque proceso de liberación de maldiciones.
¿ Sigue creyendo usted en esas maldiciones ?
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