Iniciado por
m.san pedro
Apreciado Elihú: Ya veo que quieres entrar en disquisiciones fuera de los objetivos principales de mi modesta participación en este debate, que no es otra que demostrar y demostrarte “Que la Iglesia católica está levantada sobre un mar de sangre”, y que solamente a partir del siglo IV cuando la Iglesia católica esta jerarquizada, establecida y autorizada, empieza realmente a traer consecuencias nefastas para la Humanidad.
Que durante los primeros cuatro siglos, el cristianismo sufrió persecuciones es obvio pero no trajo otras consecuencias que debilitar y terminar acabando con el imperio romano, y consciente de eso Constantino intentó reconociéndolo y sin convertirse, aceptarlo.
¿Qué como surgieron las variadas versiones, traducciones y adaptaciones del Nuevo Testamento según Concilios iniciales y autores varios?, ¿las diferencias ideológicas entre discípulos con la dispersión?, ¿que los discípulos fueron once, más uno por sorteo Matias, y que los “apóstoles” fueron primero 13 luego 70 y luego X…? ¿que se le da a Pablo de Tarso un protagonismo excesivo en todo, que por otra parte él siempre buscó, dando como artículo de fe su conversión y nombramiento por mandato divino, anulando la circuncisión hebrea que defendía Pedro y Santiago entre otros y creando de “motu propio” la Eucaristía con sus “Hechos”?, etc.
Todo eso amigo Elihú, a mí no me interesa, es entrar en un “diálogo de besugos” que no conduce a nada y que no afectaba en los primeros cuatro siglos de persecución romana a la incipiente Iglesia cristiana, sus diferencias internas y las primeras “herejías” judías: esenios, mandeistas, mazdeistas, o cristianas nestorianistas, maniqueístas, arrianistas, meletistas o donatistas después, para los romanos todo era lo mismo “sectas judías” y objeto de persecución.
Por ello he creído innecesario entrar a detallar los primeros cuatro siglos, la Iglesia como tal, para mi criterio, empieza como poder espiritual y temporal a partir del siglo IV a ser responsable de sus actos en la Historia y no seré yo quien discuta o se meta en su papel inicial por muy discutible que me parezca.
Aporta tú lo que creas adecuado, y yo opinaré, pero creo que te he dado razones suficientes para apoyar mi postura. Tú mismo. Un saludo a todos.
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