Esa es una versión futurista materialista de los hechos. Por cierto, esa es la versión dispensacionalista.
La versión, en la cual firmemente creo y defiendo con argumento bíblico es esta.
El Reino es expresado por Pablo explícitamente. Pablo nos habla en la perspectiva del Reino presente en la historia.
1 Corintios 4:20
20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.
Colosenses 1:13.
13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
Pablo enseña que el Reino ya se manifiesta en poder. En 1 Co 4, 20 señala que «no está en la palabrería el Reino de Dios, sino en el poder» (1 Co 4, 20). El contexto de este pasaje está en las diferencias de Pablo frente a los que perturban la fe de la comunidad de Corinto. Pablo les señala a estos supuestos privilegiados que el Reino es eficaz no por la belleza de las palabras, que serían el arma de este grupo, sino por el poder divino manifestado en Cristo Jesús a través de la Cruz.
Por eso, les dice 1 Corintios 2: 1-2.
«cuando fui a vosotros, no fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el misterio de Dios, pues no quise saber entre vosotros sino a Jesucristo y éste crucificado»
Todo el contexto en el que está inserto 1 Corintios 4: 20 nos induce a señalar que el Reino al que se refiere Pablo es el presente.
En Col. 1:13 Pablo señala que Dios «nos libró del poder de la tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor, en quien tenemos la redención, el perdón de los pecados».
Con esta expresión, el apóstol afirma el Reino de Cristo como realidad salvífica experimentable ya por los cristianos gracias a la benevolencia de Dios.
Este texto armoniza con aquellos que nos enseñan cómo mediante nuestra incorporación a Cristo salimos del ámbito de las tinieblas, es decir del mundo del pecado, y pasamos al ámbito de la salvación.
«Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios» (Col 3: 1). En efecto, los cristianos son «ciudadanos del cielo» (Fil 3:20) pues el Padre «con Él (Cristo) nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús» (Efesios 2: 6). El Reino se manifiesta por la acción del Espíritu Santo (Romanos 14:17)
En el capítulo 14 de la Carta a los Romanos, Pablo expresa que el Reino no consiste en saciar las necesidad vitales del comer y beber, sino que es la acción vivificante del Espíritu Santo la cual lleva consigo los frutos de la justicia, la paz y el gozo.
Pablo aclara «que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo» Rom 14:17.
Por tanto, enseña que el Espíritu Santo da sus frutos como manifestaciones de la presencia del Reino. El apóstol reconoce de esa forma una presencia dinámica del Reino YA.
Así que Nunca dejemos de dar gracias a Dios por la gran bendición de estar en el reino de su amado Hijo. Verdaderamente hemos sido rescatados, pues la vida en el mundo de pecado, de error y de toda clase de tinieblas es una miseria continua.
Además, aparte de evitar el castigo eterno, nuestra vida aquí en la tierra está muy bendecida porque andamos en luz y tenemos un gozo en el alma que nunca encontramos en el mundo.
Obsérvese que según este texto Col. 1:13 sin duda alguna el reino de Cristo existía cuando Pablo escribió esta carta.
Creo que he dado suficientes argumentos bíblicos para probarlo. Post #197
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