No hay problema Koli ¿A quién no le ha ocurrido que lo que ha escrito tenga solamente un valor provisional, que cambie el modo de decirlo o que definitivamente lo abandone después de darle varias vueltas? ¿No procede todo esto precisamente de la naturaleza de nuestro lenguaje y de nuestro entendimiento? ¿No es eso lo que estás diciendo, justamente: que no atrapamos la realidad ni con nuestra mente ni con nuestro lenguaje; que en su ejercicio la mente no se hace una con las cosas, sino que simplemente nos permite usarlas como podemos por el momento?
Pero déjame hacerte otras tres preguntas: suponiendo que nuestra mente no se hace una con las cosas ¿cómo llegaríamos a esa conclusión? Todavía más: supongamos que en vez de lo anterior afirmamos lo contrario, es decir, que nuestra mente sí se hace una con las cosas, ¿cómo podríamos ahora concluir esto? Finalmente, si en lugar de las dos afirmaciones anteriores dijéramos: unas veces, nuestra mente se hace una con las cosas y otras veces no, ¿cómo podríamos saber cuándo sí y cuando no; quién sí y quién no?
Un abrazo y un apretón de manos.
Marcadores