O sea, que hizo trampa. El hubiera podido sanar a Lázaro e impedir que muriera, pero no quiso. Dejó que Lázaro se muriera, porque sabía que, más adelante, lo resucitaría, provocando de esa manera la admiración de todos. Fue libreto divino. Una vez más. Lean bien Juan, capítulo 11, y lo comprenderán.
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