Hebert Fayet
Yo era joven...
¿què tendria?
dieciocho primaveras
tú ...dieciséis... y en la escuela
nos tropezamos un día.
Fue el día que nos miramos
intensamente a los ojos
tú, con un leve sonrojo
yo, con un libro en la mano.
El amor nos fue enredando
tu boca pintó el cerezo
y en el río de tus besos
fui un velero navegando.
Y como Dios es testigo
que tú también me querías
en las orillas del río
fuimos uno y te hice mía.
Despacito... despacito
con candela y con rubor
me susurrabas bajito
palabras llenas de amor.
Y hoy que lejos te has marchado
navegando en el hastío
soy como un barco extraviado
sin puerto, faro, ni abrigo.
Despacito...Despacito...
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