Todo pasa por el libre albedrío, por es***** la humildad y lo correcto. En última instancia somos producto de nuestras decisiones.
Saúl decepcionó a Dios, no lo reconoció y al final se quito la vida. El ladrón que murió en la cruz había decepcionado a Dios, se arrepintió y alcanzó la salvación. David decepcionó a Dios cuando pecó doblemente, se arrepintió y alcanzó misericordia. Pedro decepcionó a Dios al negarle, éste se arrepintió y alcanzó la bondad de Dios.
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