¿Amanecerá?...
Se asomó a la ventana del cielo,
susurró a la Luna,
llamó a los pórticos
de los dueños de la Luz.
Vagó, porque era su destino,
Y errante fue a los confines
de la inmensa oscuridad.
Pero vio cerrar las puertas
donde la Luz habitaba.
Y los postigos, señores,
le cerraron las ventanas,
arrojando las sonrisas
hacia un mar de sólo Sal.
Y la noche, sin retorno,
le negó su vida al día,
y el día lloró encerrado
sin su ansiado Amanecer.
Y cegándose en lo oscuro
no pudo hallar un resquicio
para amanecer un poco,
para poder caminar.
Huir en línea quebrada,
reposando en las esquinas;
¿será eso?...
Intuyó:
No hay sendero,
no hay sendero,
en el infinito
incierto.
Se observó y comprendió:
no tenía pies,
ni alas.
No podía ni vagar.
Alguien gritó una oración:
“¡Oh señor de los postigos
dueño de todas las almas,
devuelve el agua a la sal.
Quita a la Luz las cadenas.
Concédele DESCANSAR”.
En otro foro se está hablando, con tratamiento desigual, de la mal llamada "LOCURA". Yo quiero dedicar este poema a quienes sufren - SUFREN - algún trastorno mental y se sienten solos, desubicados y con mucho sufrimiento. Y, por supuesto, demostrar mi solidaridad a quienes ayudan, apoyan y comparten TODO. Ebúrnea
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