Corrección sobre mi obra: Los orígenes de Bilbao, las Encartaciones y Tierra de Ayala.
Nada de lo afirmado por mis trabajos, (como en los de cualquier otra persona u organismo), que no pueda definirse racionalmente de forma documentada y evidente, no debe ser aceptado.
En el caso de Ayala, todo lo que había sido apuntado sobre en origen etimológico de su nominación, era puro simplismo; como tal disparate lo había reconocido, y por tanto ignorado; no obstante me habían desviado la atención sobre lo más normal.
Un territorio contiguo a Ayala, al oeste, era llamado legalmente Salcedo, y debía ser eso precisamente, lo más característico, un lugar con sauces o salces.
En el territorio de Ayala, el arbolado característico o más adaptado, ha sido de hayas. El castellano primigenio o de gestación popular era poco sometido a la ortografía, porque Ayala o Ayal, debió haberse escrito Hayal y Hayala.
Las condiciones y documentos, que en mi referida obra, hallé a la Tierra de Ayala vinculada en aquel tiempo con otros temas no dejan por ello de poseer certeza.
La Crónica de Vizcaya, de Lope García de Salazar (1399-1476) [Las dos primeras crónicas de Vizcaya, por Sabino Aguirre Gandarias, p. 55. Edición Caja de Ahorros Vizcaína Bilbao 1987], dice que en tiempo del rey Alfonso VI (1072-1109) de Castilla: “E los que vinieron a poblar la tierra (de Ayala) eran d’ellos bascongados e d’ellos latinados, e los bascongados ...” ; de ello directamente se deduce que los naturales pobladores, no eran vascos, ni latinos.
Lope García de Salazar (1399-1476), en su obra Las Bienandanzas e Fortunas [Libro XX. fol. 14 cara 1ª; Tomo IV. pp. 35 y 36. Edición Excma. Diputación de Vizcaya Bilbao 1967], nos informa del tiempo en que se inició la repoblación e intrusiones vascas en Ayala; reinando en Castilla y León Alfonso VI (1072-1109) que tomó Toledo. La repoblación de Ayala, -que entonces se llamaba Sopeña-, fue solicitada por el rey castellano y se realizó desde Aragón, con vascos y latinados; encargado de llevar a cabo la repoblación, fue el conde don Vela, hijo bastardo del rey de Aragón; al fallecer el conde don Vela dejó como Señor de Ayala a su hijo cuya, descendencia, llegaría a emparentar con el conde de Noreña de Asturias, heredando el territorio colindante de Salcedo.
Era un decreto de los reyes de Aragón del año 1349 que prohíbe el uso del árabe (algaravia), de hebreo (abraych) y del euskara (basquenÇ) en el mercado de Huesca: “… que faga mercaderia ninguna que compre nin venda entre ningunas personas, faulando en algarabía nin en abraych nin en basquenÇ: et qui lo fara pague por coto XXX sol…” (moneda de oro aragonesa)
Este decreto muestra la determinación drástica que se llegó a tomar en el reino de Aragón, contra la perturbación que para el desarrollo de la cultura local representaban los vascos con la suya. Se evidencia el interés que desde algunos siglos, tuviesen autoridades y pobladores a desprenderse de ellos, facilitándoles la emigración.
Gabriel Carretié González