Recuerdo que cuando era pentecostal, se nos daba a entender que un cristiano no debe estudiar para ser abogado. Y la razón que se nos presentaba era que es una profesión en la cual, con frecuencia, hay que ser deshonesto, tramposo, calculador, male fe, etc.
También recuerdo a un hermano pentecostal que era abogado (bueno, él lo era desde antes de convertirse al evangelio), quien se esforzaba en dar una imagen positiva de su profesión, aduciendo que, como cristiano, ejercía la misma de manera cristiana, es decir, sin caer en los defectos ya señalados. Y, sobre todo, defendiendo ante los tribunales a pastores y demás herman@s en la fe que tuvieran algún litigio.
Podríamos extender la pregunta inicial a otros oficios, a otras profesiones, ¿ no ? ¿ Qué les parece ?
Saludos.
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