""Las vueltas de la vida""
La vida tiene muchas vueltas y esto lo saben bien nuestros colegas los bobinadores de motores eléctricos. Una tarde ya lejana y sin ningún pelotón de fusilamiento a la vista, Héctor de 17 años, se fue a consultar con un colega por un motor de ventilador de 4 velocidades que le habían llevado para reparar, este trabajo estaba fuera del alcance de sus conocimientos ya que hacía muy poco que tenía el título de electricista mecánico especialista en motores.
Se acordó, que en el barrio, había un viejo colega que hacía bobinados en su propia casa, donde tenía taller.
Allá fue a pedir su colaboración, estaba en la puerta a punto de llamar cuando vió que, desde adentro, le hacían señas amistosas para que entrara.
-¿Que se le ofrece joven?, pregunto el sonriente dueño, con amabilidad.
Sin más preámbulos, ya junto al banco de trabajo explicó, el porque de su visita.
-Yo tengo este trabajo dijo, poniendo ante la vista del hombre, la carcasa del motor quemado, y ahora no le encuentro, como va el bobinado de este ventilador, tiene las velocidades dadas por la disposición de las bobinas y el cambio, se hace de la llave directamente, no lleva reactancia.
-¿Me podría ayudar a sacar el diagrama de las bobinas, o si tiene la descripción, facilitarme una copia asi puedo terminarlo?.
Mientras oia esto, al dueño del taller, se le fue cambiando el semblante, que inicialmente, había sido amistoso y sonriente, creyendo que trataba con un cliente, a una expresión de fastidio, al ver el propósito real, de la visita, y no bien terminó de hablar nuestro amigo, el viejo dijo:
-¡Mire m`ijo yo no lo voy a ayudar, porque esto se aprende con la experiencia y eso lleva mucho tiempo y romperse el lomo, como para que cualquiera venga, asi nomás, a preguntarme datos, que cuestan mucho conseguir y más si recién empiezan, si usted no sabe, no se meta en trabajos que son para los que llevamos años en esto!.
Tomado por sorpresa, ante la inesperada contestación, solo atinó a agradecer y pedir disculpas por la molestia, mientras se juraba interiormente, terminar por si mismo, el diagrama del conexionado y no buscar mas la ayuda con ¡este viejo de m... y la p... m...e que lo p..., h... de p... mal nacido!.
Y se fué a su casa, se puso a trabajar, bobinó dos veces, sin éxito el motor, hasta que dió con la tecla al descubrir, de que forma, las distintas marchas, estaban relacionadas con el arranque y pudo hacer una réplica del bobinado, que funcionaba de la misma manera, con la misma potencia y sin recalentar como los originales, asunto terminado.
Muchos años después, Héctor estaba ya establecido en su propio taller, un día de esos, en que nada especial parece que pueda llegar a suceder, llegó una cliente, la señora explicó que traía, un ventilador pequeño y otro motor y le contó que ella misma hacía bobinados, pero que estos se le habían hecho complicados, como era viuda y su marido lo único que había dejado, era ese medio de vida, le pidió que la guiara, para hacer ella misma el motor grande, pero que él del ventilador lo hiciera él y se lo cobrara y que si, por favor, podía darle los datos, para luego en el futuro hacerlos ella misma.
-¿Puede ser?. Héctor no encontro motivos para negarse, terminados los bobinados y recabados los datos que se le pidieran, fue a entregarlos, a la dirección que le había dado la señora, le quedaba de camino, ya que era en su viejo barrio, y se dió cuenta al llegar, que era el mismo taller de aquel colega, que lo había maltratado hacía ya más de 15 años.
Imaginó mil formas, de estropear el trabajo, que había hecho sobre el motor, antes de entregarlo, pero el rencor no alcanzaba para tomar venganza, con aquella pobre mujer que, él recién ahora, apenas había conocido, así que no dijo nada, entregó el motor y las claves para hacer, los bobinados misteriosos y se fue a su casa, pensando que quizás la vida, si tiene mas vueltas, que todos los motores juntos.
rebelderenegado...
Este post es para no olvidar a un forero, que fue amigo, relator de pequeños cuentos, que fueron parte de la alegría de leerlo, para los que participamos en el Café literario...
Daniel...te recordamos y así los que han entrado ""nuevos"" al Café ...te podrán conocer...
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Reparandole el Lavarropas a Yang Ly
Como parte del temblequeante ex-nuevo orden mundial, en todas partes nos vemos "beneficiados" por el nuevo reparto internacional del trabajo, ( la nueva esclavitud) esto ha provocado que los roles asignados tradicionalmente por la propaganda, cuando no por el racismo o la intolerancia fascistoide, se trastabillaran un poco, aquellos que nos dieran al mundo la "iluminada" categorización de supuestas capacidades productivas, ingenio e idiosincracias regiionales, todo esto bien justificado por obra y gracia de la propalación de los arquetipos difundidos en el cine y la televisión.
Asi, los italianos resultaban unos perezosos a la vez que simpáticos canallas aventureros, con algo de mala suerte y con una única preocupación verdadera, las mujeres, y si era posible la del vecino, mejor, a los franceses se les adjudicaba el concurso nacional permanente del adulterio, y algunas cositas con los bancos, no había mucho para objetar Francia es "Grande" y los franceses se suponía que actuasen en consecuencia, napoleones al por mayor, podríamos asi seguir con los alemanes eficientes, japoneses buenos copistas, africanos corredores y basquetbolistas imbatibles, en fin, puras historias, por no llamarles puros prejuicios.
Ahora, sucede que nadie estaba preparado para enfrentar algo de verdad totalmente desconocido, nada del área 51, sino los alienígenas terrestres que provienen del imperio mas antiguo que pisa la tierra y que no tiene miras de partir a ninguna noche de la historia, figurando tanto en los libros de historia antigua como en los de la edad del hierro, en la de la piedra y en los que tratan de historia medieval, moderna y contemporánea, se trata de sus majestades miembros del imperio popular chino, o sea, el de donde provino el tipo que tiene el supermercado del barrio que vende mas barato.
No preguntar como hacen, es algo de la cerradísima filosofía oriental y no es accesible a mentes humanas.
Bien, ahora que sabemos o creemos saber con quienes tratamos, un buen día , o depende como se lo mire, la esposa de Yang Ly luego de averiguar por mi estado civil (¿?) me preguntó si podía arreglar alunas cosas que se le habían desvencijado, y empezamos mal, la primera tarea que me asignaron, para ver mis capacidades, fue restaurar un ventilador tan extraterrestre como sus dueños, ya saben, de esos chinos que no traen aceite o lubricante en sus rodamientos, mas bien traen una cosa negra y pegajosa, que debe ser el residuo del aceite de los buques con los que fueron a comprar la chatarra y luego con ella, hacer el ventilador, que tendremos suerte si no está confeccionado con los residuos metálicos de algún reactor nuclear, eficiente, barato y seguro, desactivado, y del que se ha aprovechado hasta una última utilidad, vendiendo sus fierros viejos y contaminados para siempre, por una bicoca, una verdadera ganga.
Una vez puesta en funcionamiento la pieza estratégica de la expansión china, (ahora que no son tan comunistas como antes no le llaman "amenaza" o "peligro amarillo"), pasamos a una segunda etapa, crítica, según yo veia venir los acontecimientos; la lavadora de Yang Ly y su humilde consorte, de la que no recuerdo el nombre, no se por qué no se me pegan los nombres que al verlos escritos parecen como alambre enredado junto a palitos quemados.
Bien la máquina lavadora en poder de estos singulares clientes, estaba emplazada en el cuarto de baño, ya vamos mas que peor, muy mal lugar para comenzar, al quitarla de su puesto, noté que salía una gran cantidad de barro de abajo del pobre aparato, eso si que ya era definitivamente malo, al quitar la tapa trasera confirmé que el mueble se hallaba invadido con unos 15 a 20 centímetros de sieno, que salía del caño de desague del bidet que había sido desplazado para que la lavadora ocupara su lugar, sin tener la precaucíon de taparlo, para evitar el reflujo, informé de esta situación a sus dueños y les dije que hacía falta cambiar el motor quemado, por el contacto prolongado con lo mojado y que había que restaurar toda la parte inferior del gabinete metálico por hallarse completamente corroido.
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La china comentó al pasar, que hacía mucho que no limpiaba, como disculpa, y evidentemente asi era, reparé las conecciones eléctricas que habían volado por el cortocircuito y propuse volver al día siguiente para empezar con los arreglos mayores y ahí empezaron las dilaciones, que venga a las dos, no mejor a las tres, luego de tres a cinco de la tarde, y asi varios días, imposible sacar el motor en esas condiciones horarias, ya que era un masacote de barro y óxido, otro días pasaron, recibí mas fechas tentativas, luego otra y mas tarde otra más, pasaron semanas, un día logré sacar el motor casi como un ladrón, a toda velocidad, mientras los seres extraños me obserbaban como tratando de decidir si estaba bien clonarme y luego dejarme abandonado en un planeta deshabitado, asi de inescrutables son sus designios.
Para volver y armar el famoso lavarropas fue la misma historia,¡venga usted mañana!, luego pasado mañana, a la tres, a las cinco etc.etc.(todo esto en traducciónes libres del chiñol o del castechino, no se como diablos hacíamos para entendernos), con un presupuesto en aquel entonces de 450 pesos, unos 100 dls., la cosa se ponía seria si el propósito del chino y su Eva, barruntaba yo, no era clonarme sino clavarme con el trabajo, gastar para no re***** decía Plutarco, era la maldición de los charlatanes, en este caso el charlatán, por gastar saliva y sudor de puro vicio, era yo.
Asi que hube de ponerme serio, los obligué educadamente a que entregaran las llaves del gallinero hipertrofiado que cumplía las funciones de garaje, una bonita jaula de malla alambres entretejidos y caño estructural sin pintar y sin techo, en pleno verano, me vi obligado a solicitar ayuda del vecino para contar con agua, porque una vez fuera me hecharon llave y se fuerona atender su negocio cuyo frente estaba en la cara contraria a la parte de la cuadra en que yo me hallaba, el chino se había comprado toda la manzana, de forma triangular, y ese era su reino y yo el extranjero al que le daban visa para que les hiciera un trabajo, me sentía raro, como cuando estube en usa y todos te ofrecían sus "oficios" para facilitarte los pasos para poder trabajarles barato a los gringos, había algo que no encajaba, pero bueh... asi es el mundo ahora.
Luego de transpirar la gota gorda en el rayo del sol a la siesta estival y habiendo llevado una manguera desde mi casa y una prolongación eléctrica para tener los dos elementales fluidos a mano y despúes de haber rasqueteado como un infeliz hasta el mas mínimo rastro de óxido con espátula y papel de lija y haber fosfatizado y repintado con convertidor antióxido toda la base del aparato, me dispuse a probarlo, lo llené de agua y parecía ir todo bien, hasta que comenzó a hacer un ruido raro delante de la china que estaba alli, presente entusiasmada por poder contar de nuevo con su máquina recién pintaba y ronroneando como el mas cariñoso de los felinos, pero algo salió mal, como dije, de pronto la máquina se trabó, la apagué rápido y abrí la descarga de la bomba de agua del desagote, estaba ocupada por cosas inexplicables, el tambór estaba lleno de pequeños palitos atados entre si, ¿como fueron a parar alli? di vuelta el aparato y volvía sondear la descarga del tanque y a revisar las mangueras para ver si no había un dragón adentro, no me hubiera sorprendido encontrar por lo menos sus escamas, cuando dejaron de salir cosas, el pobre artefacto volvió a la vida, la china lo fregaba con detergente y un trapo y lo hizo brillar aun más de lo que ya lo hacía con el agregado de la pintura nueva y ya cubiertos, con el mismo blanco brillante, todos los detalles producidos por el uso, el resultado era un primor que resplandecía al sol de la tarde de enero.
Por suerte cobré íntegro mi estipendio, un alivio insondable se apoderó de mi, hasta ese momento, ansiosa alma, plata en mano y trasero en tierra dicen, nada tan sabio.
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A los pocos días, me hacen llegar por medio de un correveidile, una infausta noticia, "porque el lavarropas no andaba", según el encargo que me comunicó el mensajero, luego de idas y venidas, con los habituales desencuentros, por su extraña manera de administar sus horarios, pude acceder a las instalaciones sanitarias donde estaba la niña de sus ojos, la nívea máquina higienizadora de atuendos.
- ¡No llenal, agua salir, lavalopas no andal, peldel agua!!! me reprochaba la china en su curiosa y enrevesada interpreteción de la castilla, pobre Cervantes.
Lo primero que vi es que la manguera de desagote caida, la misma que yo había insistido en que debía ser instalada de nuevo porque andaba colgada por ahi, de cualquier manera, estaba tirada en el piso, se habían mirado de reojo, aquella vez, entre ellos, enigmáticamente, y no hicieron, por supuesto, el menor caso a mi consejo, parecía que hubieran oido hablar al jefe del partido local, o como quiera que se llame el cargo que ocupen sus burócratas allá, en el centro del mundo, y que deben ser tan inútiles como los nuestros, ahora, como dije, la manguera ocupaba un lugar en el suelo, el agua entraba y lógicamente, gracias al invento de Newton, seguía su camino hacia los desagues, sin dignarse siquiera a producir un remojo de la ropa, los chinos esperaban de ese modo, que se lavaran sus prendas, con su inveterada y famosísima paciencia, pero con poca sabiduría, esta vez el zen no les serviría de nada y podían esperar sentados, para toda la eternidad, que pasara por la puerta de su casa el cadáver de su enemigo, con la ropa sucia.
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rebelderenegado
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