CONFERENCIA DE CASABLANCA, o cómo se prolonga una guerra.
Probablemente jamás en la historia moderna un país ocupado ha sido tratado con tanta brutalidad y salvajismo revanchista como lo fue Alemania a partir de 1945 por las tropas ocupantes.
Los mismos testimonios de los vencedores, neutrales, honrados, avergonzados son definitivos en ese aspecto.
No hubo norma de derecho natural o convención internacional que no hubiera sido ignorada para vergüenza de los ideales por los cuales los Aliados decían haber luchado y Nuremberg solo fue el exponente más grosero.
El exterminio sistemático de prisioneros de guerra y el ensañamiento contra la población civil adquirió caracteres patológicos en la Alemania de posguerra
Era tan temprano como en 1934 que ya germinaba la idea de la aniquilación de Alemania, cuando el fundador del grupo terrorista sionista Irgun, Wladimir Jabotinsky, anunciaba en enero de 1934:
“Nuestros intereses judaicos exigen el definitivo exterminio de Alemania; y del pueblo alemán también, por eso está fuera de todo razonamiento dejar que Alemania se fortalezca.”
Por eso no era de extrañar que en la Conferencia de Casablanca llevada a cabo desde el 14 al 24 de enero de 1943 en plena segunda guerra mundial, los sres Churchill y Roosevelt, sorprendieran a todos anunciando que los Aliados no aceptarían ningún acuerdo que no fuera la rendición incondicional de Alemania.
Esta medida no ha sido adecuadamente divulgada y menos analizada en mi opinión, en cuanto a su inmediata consecuencia en el desarrollo del conflicto, ya que al negar públicamente a los alemanes cualquier concesión obligó a estos a una resistencia desesperada lo que prolongaría la guerra, cobrando millones de muertos más, y abortó cualquier idea negociadora que pudieran tener los alemanes y que ya estaban intentando llevar a cabo con la mediación de Turquía; ahora los alemanes ya sabían que la guerra era a muerte y que si eran vencidos, la venganza sobre su nación sería terrible.
Hitler debió agradecer esa declaración, logró ella sola juramentar a todo el pueblo alemán mejor que todas las consignas nazis.
La decisión de Churchill y Roosvelt, con esa declaración de intemperancia y contundencia, provocó inevitablemente que los nazis decidieran continuar la guerra hasta el final de sus fuerzas, y para ello explotaron al máximo sus posibilidades industriales y humanas para resistir la presión aliada, ahí está el claro ejemplo de la Batalla de Berlín en donde los alemanes murieron prácticamente hasta el último soldado, viéndose además, la inutilidad y contradicción de los demenciales bombardeos masivos aliados en contra de la población civil, tal como ocurrió con la inerme Dresde.
Albrecht von Kessel, uno de los conspiradores de julio del 44 apuntó en su diario que el anuncio de la exigencia de una rendición incondicional echó por tierra seis meses de conspiración secreta contra el régimen nazi, ya que en ese momento se pensó que no tenía sentido derribar al régimen de Hitler si ahora se debía luchar por la supervivencia nacional.
Y desde luego, Goebbels también lo supo, y divulgó a la nación los términos inusualmente humillantes que les esperaban de ser derrotados, instando entonces a cada alemán, aún a los muchos que se oponían a la continuación de la guerra, a hacer un esfuerzo sobrehumano para resistir la amenaza de liquidación y exterminio de la nación germana.
Con el anuncio de Casablanca en el 43 se vio claramente que los Aliados no estaban interesados en terminar la guerra, sino más bien buscaban la aniquilación alemana, y por supuesto evidenciaba algo menos evidente: que detrás de esa medida de intransigencia había otros intereses transculturales, ajenos, foráneos que esperaban extraer beneficio de ese enfrentamiento suicida de la cultura occidental.
Recuerdo, para terminar, que los términos de la Conferencia fueron:
“Para estos auténticos y frenéticos intentos de escapar a las consecuencias de sus crímenes, todas las naciones aliadas debemos decir que las únicas condiciones en las que vamos a tratar con un gobierno de cualquier facción del eje son los términos proclamados en Casablanca: "Rendición Incondicional." En nuestra política no se entiende algún daño a la gente común de las naciones del Eje. Pero sí significa imponer castigos y represalias en su totalidad a sus culpables, los dirigentes de la barbarie ...”
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[URL="http://es.wikipedia.org/wiki/Conferencia_de_Casablanca"]http://es.wikipedia.org/wiki/Conferencia_de_Casablanca
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