Colores
Final del crepúsculo:
Domina el rojo y naranja,
casi fuego:
La tarde se esfumaba.
Todavía matices en el verde.
Quedaba un breve instante
de Sol.
El día tenía sueño,
la tarde poco a poco
se apagaba.
Mientras el brillo
daba descanso a la hierba,
ella se dejó caer.
Se aunaron hojas y juncos;
todo se tornó monocolor.
Pero llamó la Luna, amarilla.
Llamó dos veces.
Ella se elevó de nuevo:
Y fue sombra plateada,
silueta en tu parpadeo,
pensamiento de color
emulsión cromática
en tu iris
dulce
y claro.
Al alba se volvió blanca.
La buscaste junto al río
y creíste hallarla
en la paleta polícroma
del campo.
El río te sonrió:
No la busques,
va viajando en mi corriente,
ha deseado ser mía.
Va hacia el mar.
Ella es alma de colores,
pero alma nada más:
es aire,
es agua,
es transparente
y azul.
Pero a veces
vuelve.
Desea contemplar
de nuevo
su crepúsculo
naranja y rojo.
Si la esperas,
si estás junto al río,
cuando la tarde duerme,
quizá vuelva a mezclar
su esencia azul
con tu iris,
violeta,
dulce
y claro
Ebúrnea,20, Diciembre, 2012
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