Hago el amor con dos versos tristes
que se mecen bajo el cielo abierto
y piden agonizantes
una mirada tuya,
el aroma de tus perfumes
o el sol en tus cabellos.
O esa chispa que se enciende en tu sonrisa
y se apaga en tus lágrimas,
que es incendio en tus palabras, que ahora callan...
Y yo, sin más remedio
parafraseo mientras te pienso...
Te haría el amor,
pero sólo puedo hacerle el amor a estos tristes versos...
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