Llegué a este mundo tras un enorme esfuerzo, si, llegué a eso que vulgarmente se le llama vida. Yo era un completo ignorante a todo lo que se refería a esto, sabía que estaba pasando por un momento único, que jamás se volvería a repetir. Antes de asomar la cabeza ya me lo habían advertido, como también me dijeron, que una vez incorporado al nuevo destino, olvidaría por completo todas las lecciones que durante la gestación se me fueron dando.
-Oía ese ruido reconfortante que durante los nueve meses, me había acompañado, era un rumor constante, que en alguna ocasión parecía que se desbocaba galopando y acelerándose para luego volver a su ritmo normal. Conocía ese compás, pero en estos momentos lo estaba escuchando tan rápido que dudé si sería el mismo que me había mecido durante tanto tiempo, sin desfallecer jamás. Me dijeron que eso, era muy importante, de él, dependía relativamente mi bienestar allí dentro.
-La oscuridad más completa reinaba en aquel lugar, y oír los latidos constantes me daba fuerzas. No obstante, algo estaba cambiando en aquel entorno tan conocido. Notaba que mi cuerpo era impelido hacia adelante, me estaban echando de mi espacio, en el que había permanecido completamente arropado y protegido.
-entendí – porque aún tenía la facultad de recordar las enseñanzas- que había llegado el gran momento. Empecé a oír ruidos extraños, completamente desconocidos, metálicos unas veces, y otras guturales como de animal herido._Comprendí que me estaba ahogando, y en un momento todo cambió.-Del calor confortable salté a un frío horrible.-De la protección más absoluta, pasé a sentirme agarrado por los pies, sintiendo de inmediato un fuerte golpe en mi cuerpo. Protesté de la única manera que supe hacerlo, y estallé en un llanto pertinaz y dolorido.
-Seguí oyendo ruidos desconocidos, ruidos que antes me llegaban completamente amortiguados. Me dejaron sobre un lugar duro, y mi instinto, me hizo abrir los brazos en busca de protección. El miedo me invadía y notaba que yo mismo estaba añadiendo más ruido al ambiente hostil que me rodeaba.-Después, sentí que mi cuerpo era envuelto en algo suave, y me pusieron encima de una cosa que yo recordaba muy bien, volví a escuchar aquel latido, constante y acompasado, mientras unas manos calientes me acariciaban.
-Por fin me sentía otra vez como antaño. Noté una caricia en mi frente. El roce de una piel tersa y sudorosa recorrió mi cara.-Después de este momento, mi memoria se volvió inexistente. Olvidé todo. -Sabía que para mí estaba empezando mi vida.
-Escuchar los latidos de aquel corazón, me dieron fuerzas para seguir luchando. El calor y el olor que despedía aquel cuerpo sobre el que estaba reposando, duraría durante mucho tiempo.-Y con esta sensación, cerré los ojos, me molestaba la luz, me molestaban los ruidos nuevos que acababa de descubrir, solo me sentía protegido, por el latir de aquel corazón, que seguía palpitando igual que cuando yo estaba en sus entrañas.
-Creo que llegué a dormirme. Esta era la última conexión que tendría entre mi yo antes de nacer. Todo lo que viniera a partir de ahora sería completamente nuevo.
-Dormir acunado de aquella manera era lo que más deseaba. Me sentí feliz y protegido como antes de nacer.
Marcadores