Sabía que eso era superstición, pero le importaba un rábano, ya que al fin y al cabo solo lo sabría ella.
--Se sentó junto al teléfono en espera de la tan ansiosa llamada que no llegaba. Primero tuvo la ilusión que pasarían a re*****la para formar parte de la pequeña expedición que salía muy temprano. En el coche quedaba una plaza libre, y pensó que quizás ellos se darían cuenta, y le preguntarían si quería ir con ellos.
--Nada de esto sucedió.
--Se fueron, y al despedirse le aseguraron que llamarían en cuanto llegaran a destino.
--Miraba sin cesar el reloj, pensando que ya deberían estar aposentados cómodamente en sus casas, y se habían olvidado de llamar.
--Y aquí se dio cuenta hasta donde llegaba su superstición. La última vez que mantuvo un dialogo con ellos…fue recordando paso a paso todo lo que hizo, pensando que si lo repetía, se volvería a producir la misma situación de entonces. Se cansó de su ir y venir por el pasillo de su casa. Finalmente decidió que se sentaría cerca del teléfono, para poder *****lo a la primera llamada.
--Miraba con fijeza aquel aparato inanimado, que en cuanto sonara, a ella le produciría la misma sensación de júbilo. Su mirada si hubiera podido seguir la línea telefónica, ahora estaba junto a ellos. En realidad era lo que estaba deseando desde que decidieron irse a pasar unos días fuera.
--Seguía mirando el teléfono, que parecía que se estaba burlando de ella, de sus tonterías, al repetir una a una las acciones del otro día. Esta vez no ocurría nada.
--Seguía con la mirada fija sin desviarla ni un ápice...Por fin sonó…y para su desconsuelo, la voz se oía a trompicones, como si estuvieran al otro lado del mundo. Palabras entrecortadas, “hemos llegado bien” –ruido de la línea- “hace buen tiempo”- otra vez ruido apagando la mitad de las palabras. “Besos “
--Ella quiso decir alguna cosa, pero fue inútil. Por lo visto sus palabras se perdían en el camino. Sólo escuchó lo último “Nos vemos en quince días mamá”
--Colgó, ya no hacia falta repetir ninguna de las acciones de conjuro para que llamaran. Ya lo habían hecho.
--Cortó la comunicación completamente decepcionada. Era cierto que habían llamado, pero no le proporcionó ninguna alegría. Ella seguía estando sola. El único consuelo era que habían llegado sin ningún percance. Tendría que tomar buena nota de este detalle.
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