Llevo casi un año con mi pareja. Fué un flechazo desde el primer día y al poco tiempo decidimos irnos a vivir juntos puesto que los 2 vivíamos solos de alquiler y coincidió que él tenía que cambiar de piso. Además vivíamos tan cerca que pasamos 24h. juntos desde el primer día.
Nunca creo que eso haya sido un problema, pero creo que sí que dificulta el proceso normal, que es ir poco a poco conociendo los defectos de tu pareja. De esta forma te vienen todos de golpe y no tienes "escapatoria": o los tomas o los dejas.
Creo que echo en falta mas "pasión". Por un lado siento que es muy cariñoso y atento conmigo, pero hay cosas en las que creo que no es suficiente y me "obsesiono". Por ejemplo con los besos, abrazos, etc. a veces pienso que si no soy yo el que le da mimos, él no viene a por mí. Y con el sexo, puede pasar una semana sin que tengamos. Tampoco me pide el cuerpo tenerlo todos los días, es mas; entiendo que cada uno está a lo suyo entre semana y con el estrés, etc. a veces te da pereza... pero me cabrea que por ejemplo un sábado, nos despertemos pronto y se ponga a mirar tonterías en internet, o a hablar con los amigos por whatsapp ¡eso mismo lo has estado haciendo toda la semana!
Somos completamente opuestos en todo: él es el extrovertido, el alocado... y yo soy quien aporta la "responsabilidad". Claro, en general sentimos que nos complementamos, pero cuando nos enfadamos la sensación que tengo yo es que no me entiende, que es un crío impulsivo que actúa sin mirar las consecuencias. Y lo que él siente es que yo me auto-cohibo, que le corto el rollo, que me enfado sin motivos y que si no le diese tanta importancia a los problemas, como hace él, sería más feliz.
Que conste que podría hacer una lista de todas sus virtudes, pero esque estoy en un punto en el que veo demasiados "defectos", que me llevan a pensar que tarde o temprano uno de los dos dejará de tener paciencia.
Reconozco que uno de mis defectos es psicoanalizarlo todo, darle mil vueltas y pensar que cualquier detalle tiene un "porqué", cuando precísamente él suele actuar espontáneamente y sin mirar las consecuencias. Pero para que esto dure necesito por su parte que sea un poco más atento conmigo, y también que sea más responsable con sus cosas, no soy el padre de nadie.
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