Un pulso
P R O T A G O N I S T A S
RAQUEL:
Es una niña de 16 años. Cursa 3º de ESO, porque repite. Está gordita y tiene ciertos problemas de dicción. Es muy tímida, apenas se relaciona, no tiene amigos y si el profesor no le dice lo contrario se sitúa al final del aula. La clase de gimnasia es un tormento para ella, dada su falta de coordinación. En los juegos nadie la quiere en su equipo. Aunque tiene un cabello rubio ceniza bastante bonito, no lo luce bien, porque Raquel tiene poca gracia para arreglarse y sus padres no se ocupan mucho de ella. Desde pequeña ha aprendido a distinguir el acoso escolar, que ha sufrido de múltiples formas. Su mayor aspiración es pasar desapercibida, ser "Invisible" para poder respirar un poco, y esperar al viernes para meterse en casa, hasta que de nuevo llegue el lunes.
ALEJANDRO
Es un chico de la misma clase de Raquel. Lleva compartiendo aula con ella desde 1º de ESO. Tiene 15 años y está muy desarrollado para su edad. Es listo, aunque no muy interesado por los estudios: Jamás ha suspendido. Moreno, con ojos azules y un gran don de gentes: Es un líder nato. Hijo único y ojito derecho de su padre, con quien comparte bromas de tinte machista, pero "sin mala intención" (según conversación mantenida con la tutora. "Complicidades de hombres, ja, ja..").
Alejandro ordena y manda en su pandilla y casi todas las chicas de la Eso y parte del Bachillerato, suspiran por él. Es conocedor de que juega con ventaja, que puede tirar una piedra y esconder la mano, nadie lo delatará jamás, además los "trabajillos" los suelen hacer otros. Pertenecer a su grupo es un grado. Suele hacerse el ingenioso y el gracioso, pero inteligentemente, pues conoce a la perfección cuál es el limite de cada profesor.
Desde que comenzó la ESO tiene una diversión favorita: Extender sus tentáculos hacia Raquel. Ello hará que ésta tenga que sufrir bromas de mal gusto, burlas, acosos sutiles, casi indemostrables, de los que ella es incapaz de defenderse. Raquel sólo tiene dos caminos ( ninguno es dar una queja formal , tiene pocos apoyos y las consecuencias serían catastróficas): Decir que está enferma y quedarse en casa( si cuela) o esconderse en los recreos y pasar lo más desapercibida posible. Por las noches llora en la cama.
ÁNGELES
Profesora de Ciencias Naturales y tutora del Curso de Raquel y Alejandro. Es nueva en el Instituto, al que acaba de ser trasladada, pero lleva a sus espaldas muchos años de profesión.
Es observadora y ha decidido conocer bien a sus chicos, así que no tarda mucho en percatarse de lo que acontece con Raquel. No es fácil obtener información. Raquel no habla, se cierra en sí misma, se nota que tiene miedo (!Pánico!). Intenta sondear a varios alumnos, de los cuales algunos ya ha obtenido una simpatía mutua, pero curiosamente, aunque se entera de muchísimas cosas del instituto, del caso Raquel nadie sabe nada. Incluso compañeros profesores, han intervenido alguna vez y han visto algo, pero no de mucha importancia. Realmente, allí no pasa nada grave.
Ángeles observa en todos los lugares, incluso en la calle. Ve cómo tropiezan "casualmente" con Raquel cuando ésta almuerza. El bocadillo cae al suelo y "casualmente" alguien lo pisa y dice "perdona". Raquel no almuerza. Algo más allá un grupo se parte de risa. A veces hay chicles en la silla de Raquel, pero nadie sabe quién los ha puesto. Puede suceder que el día que tiene que exponer en clase no tenga el cuaderno y que incluso ella llegue a dudar si lo habrá perdido. A lo peor, falta la hoja necesaria, cuidadosamente arrancada.
Cuando habla o se mueve, hay gestos sutiles de imitación, y sonrisitas que descolocan a Raquel. Alejandro no hace nada de esto, pero Ángeles ha descubierto que usa un código con dedos, boca, ojos, que son órdenes que se cumplen al instante, o lo que es lo mismo: Alejandro mueve los hilos.
En clase hay una chica, buena estudiante, que va a su aire y que tiene mucha personalidad; Ángeles habla con ella. Le confirma sus sospechas, pero le dice que es muy difícil sustraerse al liderazgo de Alejandro, porque lo que le espera a quien lo intente es el aislamiento y a ello nadie está dispuesto.
Ángeles considera que tiene ya las claves, las fichas de su tablero colocadas y decide actuar.
LOS HECHOS
Un día cualquiera. Ángeles tiene guardia de patio. Muy sonriente se acerca a Alejandro.
-Hola, Alejandro
-Hola, Dña Ángeles.
-Como soy nueva en el Instituto, he pensado pedir a los alumnos que me echen una mano, para saber más de todo. Deseo que las cosas funcionen bien. Sé que tú eres un chico que se maneja estupendamente y he pensado que es buena idea charlar contigo; ¿te importa?.
-!Qué va!.
-¿Eres feliz aquí?
-Bueno, tanto como feliz...
-Tienes razón, ¿Te va bien aquí?
-Eso sí; estoy contento
-Y tanto, ya veo que tienes un montón dde amigos. ¿Cómo te sentirías si no tuvieras a nadie?
Alejandro se pone en guardia
-No me gustaría, desde luego
-¿Sabes cómo me llamo yo?
-!Qué pregunta!, claro: Ángeles.
- Sí y no, porque ahora he decidido llamarme Raquel.
-¿Raquel?
- Sí, sí. verás: He obsrvado que esta compañera lo pasa aquí muy, muy mal.
- ¿Y que tengo yo que ver con eso?.
- No sé. ¿Tienes algo que ver?
- Yo no le hago nada. Si es una rara !Qué culpa tengo yo!.
-Verás, voy a ser clara. Ya te he dicho que he decidido "SER RAQUEL". Eso quiere decir que quien le haga un favor, o le preste ayuda, o le haga una gracia, o le eche una mano a mí me lo hace.
Pero: Quien la moleste, le ponga zancadillas,se burle de ella, o mueva algún hilo para amargarle la vida, también me lo hace a mí. Y no te imaginas lo mal que me sienta lo malo y lo bien que me sienta lo bueno.
-¿Y por qué me lo dice a mí?
- Mira Alejandro: Como eres listo y yo no soy tonta, dejémonos de disimulos. Te habrás dado cuenta de que te estoy echando un pulso. Tu solito has de averiguar: ¿Por qué a ti?..Deberás también medir tus fuerzas y estudiar no sólo tus posibilidades de ganar, sino también las mías. Sólo te diré que yo NUNCA juego ha perder. ¿He sido clara?
-Si
- Bien: Dicho esto, te pregunto y me pregunto: ¿Para qué?. ¿Qué necesidad tenemos de esto?. Porque si seguimos adelante, alguien, además de Raquel probará el jarabe de "pasarlo mal". Yo creo que es muy fácil resolver este tema. Quiero que Raquel note un cambio en el Instituto y que venga contenta, ¿crees que es posible?. Si eso sucede nos olvidamos del pulso y en paz. ¿Qué me dices?
-Estoy de acuerdo
-Gracias Alejandro. Con chicos listos como tú que entienden enseguida las cosas, todo es más fácil. ¿Nos damos la mano para sellar el pacto?
-OK.
Mano, mano.
Ciao, Alejandro, nos vemos en clase.
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Raquel nunca supo nada de esta conversación. Tan sólo notó que ciertos nubarrones negros de su cielo habían desaparecido.
Luego vendrían clases extras , al terminar el horario, sobre cómo arreglarse y sacarse partido, hablar con más soltura, defenderse, decir NO.... Pero esa es otra historia.
Raquel tampoco obtuvo notas muy buenas en el curso, pero aprendió algo nuevo: a sonreir. No es mal comienzo
(Basada en hechos reales)
Ebúrnea
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