Iniciado por
Neftis
Me imaginé bailando, veía mis pes moviéndose al ritmo cadencioso de la música. --
Mi alma también bailaba, más pausada pero más segura de sí misma.
--La felicidad consistía en eso, en saber encontrar ese pequeño detalle que nos proporciona placidez y bienestar, y una vez atrapada, no dejarlas que se vayan. Preparar – como si se tratara de un invitado muy especial- esa habitación en nuestro interior, donde cobijarse, un lugar tan maravilloso que nunca nos quiera abandonar.
--Mantener esa sensación dentro de nosotros mismos, parece tarea fácil. Pero en muchas ocasiones no lo es. Quizás la argucia consista en pensar siempre en cosas agradables, en esos pequeños detalles, que nos pasan desapercibidos.
--A veces queda claro que vamos por la vida, con esa prisa desmesurada, como si quisiéramos comernos el mundo entero, sin pensar que se nos puede atragantar
.--Hemos de actuar sin prisas y todo a pequeñas dosis, así seguro que alcanzamos lo que nos proponemos, y entonces sí que podemos decir que tenemos la felicidad al alcance de la mano.
--Por la noche hacer un balance de todo lo hecho durante el día.-
-Cuando me levanto necesito quedarme unos momentos mirando a través de los cristales, para ver la calle saturada de coches, para fijarme en los árboles que justo ahora empiezan a brotar sus nuevas hojas. En invierno la imagen cambia, las ramas leñosas y desnudas nos muestran su aspecto poco grato, pero incluso así, va bien respirar hondo y llenar de aire los pulmones, dándoles nuevas energías para disfrutar del día recién estrenado.
--Después ir desgranando poco a poco todo lo que tengo pensado hacer en las próximas horas.--Nos aseguran que si empezamos bien la jornada, nos podemos sentir felices en las horas venideras.
--Sólo se trata de poner empeño. De desearlo con fervor.--
Marcadores