Domingo...
Es un domingo de esos que ya de buena mañana presientes que no va a ser divertido, principalmente porque ya se acabaron los baños en el mar. Cada año cuando llego a esta conclusión, siento pena
.-Debido al cambio brusco de temperatura, de ayer a hoy han bajado 10 grados.
-Lo he notado nada más abrir las puertas del balcón. Se ha colado un aire frío, impropio de primeros de septiembre. La atmósfera completamente limpia debida al fuerte chaparrón que ha caído a medianoche, ha durado poco, lo suficiente para limpiar de impurezas el ambiente.
-El sol, aún no se ha elevado y tengo delante de mí la luna llena, que resplandece desafiante, parece querer plantarle cara al sol, sabe que en pocos minutos hará su aparición, y la ocultará..
-La he mirado. Estaba hermosa destacando en un cielo azul blanquecino, que duraría muy poco rato.
-El silencio era absoluto, a aquellas horas tempranas los coches parecía que se había quedado durmiendo. No había gente circulando por las calles
.-Sin hacer ruido he vuelto a cerrar las puertas del balcón.
-Pretendía que aquel silencio durara el máximo de tiempo. Después ya dentro del comedor, he agradecido el ambiente cálido. Instintivamente he hecho más fuerte el lazo del cinturón de mi bata de verano, y ya he ido hasta la cocina para empezar el nuevo día.
-Dentro de nada, el aroma del café se extenderá por la casa, y estaremos reunidos desayunando, mientras hablamos.-Ya no hay silencio. Nuestras voces se dejan oír. Cada cual expone su pensamiento.
Y yo pienso que tengo por delante otro día completo para disfrutarlo. Tiene su encanto escuchar la charla de la familia, que expone todo lo que piensa hacer en ese día festivo.Me limito a prestarles atención. Mi cabeza está puesta en lo que cocinaré.
Iniciado por once
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