Cuando yo era peque, me decían en la escuela que a los padres no se les debe criticar, básicamente porque nos dieron "el ser". En otras palabras, según ese modo de pensar, los padres tienen todos los derechos sobre sus hijos, por el mero hecho de haberlos engendrado y parido. Y por eso mismo es que debemos acatar todo lo que ellos decidan por nosotros, o nos impongan, nos guste, o no nos guste ...
Personalmente, yo siempre rechacé ese diktat tan difundido en nuestras sociedades, lo cual me valió enemistades en la escuela, y también en la iglesia, por considerar que sienta las bases del concepto de la infalibilidad, tan apreciado tanto por los padres como por los líderes religiosos ...
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