La vida a veces es como si se pasara de rosca. Me hacía esta pregunta mientras repasaba mentalmente la conversación con mi amiga. Me había contado que su hija estaba en rehabilitación, por adicción al alcohol y a las drogas.
--¿Qué he hecho mal? Acabó preguntándome llorando como una magdalena.
--No supe qué responder. Era una pregunta sin respuesta. Por lo menos en aquellos momentos.
--La habían educado en lo mejores colegios. Nunca le habían negado nada. Creció la niña rodeada de todas las comodidades, nunca le negaron nada.
--Al salir de su casa, - completamente hundida ante la pena inmensa de mi amiga - pensé que quizás fuera este el motivo de la adicción. En cuanto la niña creció, y la vida no le ofreció lo que ella quería o esperaba… no pudo soportarlo, y buscó apoyo en las cosas más sórdidas.
--Alcohol y droga
.--Llegando a la conclusión que a veces una regañina, o incluso una buena palmada en el ****, una negación a un deseo, pueden obrar milagros.
--Aunque ahora se diga que estos castigos corporales los traumatiza. Yo opino, que un buen cachete dado a tiempo…llega a ser beneficioso.
--Que nadie se alarme, no estoy hablando de una gran paliza.
Marcadores