En silencio vociferas ideas antagónicas
añejas y o novedosas.
La Reminiscencia se apodera del ser,
mientras que se duda sobre qué es el ser..
La esencia lo envuelve todo, es todo.
Todo le pertene y nada puede ser si no es en ella,
mientras el halo de la esencia
se escapa entre nubes de dudas y afición.
Dios es todo, mientras la duda sobre su existencia
quita el sueño de numerosos intelectuales.
Que queda entonces?
No queda nada. Sólo las ideas.
Pero las ideas también pueden ser engañosas...
Pueden ser producto de la experiencia o el mero razocinio,
puede desprenderse de los afectos y ser así no totalmente verdaderas.
Queda (entonces) un mundo sensible y un suprasensible,
que se viven como si no existieran. Que se tocan como si fuesen concretos
y se piensan como si fuesen abstractos.
Que se esperan sin esperanzas y con la ansiedad del abandono y la mediocridad...
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