Ambas se miran en silencio...El viento se cuela pr entremedio de las rendijas del techo y la señora Felisa, con una cara de pìcara le dice:
¿ Sabe señora Noemì?...En el pueblo se cuenta, que Ud ya ha tenido encuentros medios raros, de esos que son parte de la historia de su tìa, de la señora Antonia y de los otros participantes de la sociedad secreta, de Talagante.
¿ Còmo? le dice Noemì...
¿ Que sociedad secreta?
No se nada al respecto.
Felisa la queda mirando como si ella estuviera mintièndole...
¿ No sabe nada?
¿Y no ha visto nada raro en su casa? Porque allì era, donde se hacìan las reuniones, todas las noches de San Juan, en estos años, antes de que su tìa falleciera.
Noemì se queda en silencio. Tiene un poco de verguenza de contarle, que ha visto tres figuras extrañas y que siempre la casa antes de cualquier fenòmeno raro, el olor a lavanda se manifiesta en todo el lugar.
Bue...La verdad, que he visto a unas figuras blanquecinas, como entre una bruma, que se me aparecieron...Le dijo, casi en un murmullo...
Felisa, con un dejo de alegrìa en la voz le contesta:
¡¡Fantàstico!!...Entonces Ud tambièn es una de las elegidas, igual a su tìa y a Antonia...
¿ De que me habla?
De que Uds son almas elegidas, para saber los secretos màgicos, que rodean al pueblo y a sus habitantes...
A Noemì le empezo a latir el corazòn, como si se le fuera a salir por la boca...
¿ Y de que se trata todo eso de la magia?
La magia mijita, es lo que todos los espìritus del pueblo, que han sido magos y brujos, son los que de alguna manera hacen de èl, un pueblo pròspero o uno arruinado...
Asì hemos vivido, èpocas muy buenas y tambièn cuando han primado las brujerìas, de los brujos malos. Hemos tenido sequìas, muerte de ganado, enfermedades terribles y malvivientes, que han llegado no se sabe de donde, a hacer tropelìas al pueblo....
En esos años, que hemos pasado de todo...Las magas, han salvado de estas plagas al pueblo y creo que Ud, es una de las elegidas para eso...
Su espìritu està en el lado de la magia blanca...
Cuando terminò de hablar, ya a Noemì, se le habìa nublado la vista y temìa desmayarse.
Ella jamàs pensò en este tema y menos, que ella era elegida, por almas màgicas, quizàs para que menesteres.
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