"""Mujeres cabalgando en el viento""""...Novela por Caracolamarina

[Caracolamarina]

Ahí recién cayó en cuenta, que esa casa no sería solamente su hogar, sino que, tenía algo más de paredes y ventanas ...El jardín, también era ""visitado"...por ""seres invisibles""...

Ya no se asustaría más.

Entendió, que estaba en Talagante y la fama del pueblo en el país...No era gratuita.

[Caracolamarina]

Se levantó temprano, para hacer la masa, del pan amasado.
Ella, tenía recetas en su memoria, que desde que se había ido de su casa natal no quería hacer, porque su marido borracho, no se merecía tal trabajo.
Ahora, en esta cocina enorme, con el mesón antiguo de madera y todos los trastos de cocina colgados; algunos brillando, por el pulido de ella en esos días ...
Serían usados por fin, en hacer la masa aromática, del pan recién hecho...

Cuando empezó a preparar la mesa y a poner los ingredientes, se dio cuenta, que en la madera habían grabado unos signos extraños...aparecieron cuando ella limpió a fondo, todo el mesón.

Los miró extrañada y trato de leerlos...
No entendía nada de las figuras, que allí estaban grabadas.
Se quedó allí inmóvil, con las manos llenas de harina.
Justo en ese instante, una bruma olor a lavanda empezó a invadir toda la cocina.

[Caracolamarina]

La bruma, se posó cerca de ella y como si tuviera vida rodeó todo el mesón y desapareció.
Noemí quedó allí, con las manos llenas de harina y con una sensación extraña entre curiosidad y algo de temor.

Se repuso después de algunos momentos y siguió haciendo la masa. Sus pensamientos ahora se fueron lejos. Porque empezó a acordarse de las vivencias, que había tenido cuando niña en esa casa. Arcadia la había hecho participe de algunos hechos, en que los aromas y palabras raras, eran parte de esos hechos.
Terminó de hacer el pan. Los olores de la casa se confundieron en uno solo. Pan recién hecho y lavanda. Una combinación nada usual.

[Caracolamarina]

El pan recién horneado atrajo a un visitante, que ella no esperaba...Un mirlo de plumas negras azuladas, que se posó en la ventana.

El ave la miraba como diciéndole...

¿Y cuando me convidarás con el pan?

Ella sorprendida por la audacia del pajarito, que es pequeño y aparentemente muy frágil...
Fue hasta la repisa, en donde había puesto el pan y sacó un pedazo, que de inmediato al arrojárselo el ave la miró una vez más y voló a lo alto.
Ella se quedó allí en silencio, quizás eso era lo que la hacía feliz ahora. Tener un hogar, poder amasar darle un alimento a un pajarito...y verlo volar...
Volar como ella había volado, en cuanto supo que tenía un lugar en donde vivir.

Fue en ese preciso instante que se le ocurrió darle las gracias en voz alta a su tía Arcadia:

¡¡Gracias por tu bondad, tía!!

Y en el silencio de la habitación, sin nada que pudiera sonar diferente a su propia voz...
Se escucho:

¡ De nada, querida sobrina!

Cuando sus oídos se quedaron en silencio, se convenció que la tía vivía todavía en su casa...y que ella era su huésped.

De ahí en más, ambas compartirían charlas de esas que nadie puede creer ciertas. Sin embargo a veces existen.

Se levantó de la silla y siguió con las labores de la casa...Tenía que ir a comprar algunos víveres, al almacén del pueblo.

[Caracolamarina]

El matrimonio que atiende el negocio de ambos, un almacén de pueblo de esos que tienen de todo....desde las mercaderías para el uso diario en la cocina o en el hogar, casa o lo que sea, y artículos de ferretería, de mercería y de todo lo que se pueda necesitar...
Noemí se pone a mirar todo el gran surtido que se puede comprar.

La dueña una señora alta y gorda le dice: Buenos días ¿ Como está?
Mi nombre es Severina y ...¿el suyo?...y hace una pausa...

Noemí ya sabe que la señora conoce su nombre...
Se hace la desentendida y le contesta: Noémi del Carmen...Sanchez Soto.

La señora se sonríe pícara, porque se da cuenta del "" chiste""
¿En que la puedo servir?

Noemí se da vuelta y señala un enorme pieza de género floreado...
¿Cuanto vale el metro de esa tela?
En ese momento se acerca el marido de Severina y con una voz de hombre de campo...
¡¡Guen dar con la señorita!!!
Ya pensábamos, que nunca la conoceríamos...Se ríe con esa típica picardía de sus pagos.
Me llamo Nicanor...le dice sonriendo...

Noemí, los mira a ambos y se da cuenta que ellos de alguna manera, serán sus amigos.

[Neftis]

Hasta hoy no he podido ponerme al día con el relato, que tal como me imaginaba nos tendrá impacientes por saber qué cosas extrañas van a suceder. de momento me encanta

Saluditos....

[Caracolamarina]

Gracias Neftis...por leer y decir...Cariños.

Ese día Noemí se hizo de dos amigos importantes en el pueblo, porque los dueños del único almacén serían parte primordial de su vida en ese lugar.

Llegó a la casa con metros de la tela que le había gustado. Un fondo blanco y flores chiquitas, de esas que en el campo llaman"" nomeolvides"", eran las elegidas para poder hacer cortinas nuevas...

Después de almorzar se puso a confeccionar las que serían para los ventanales del living. estaba ensimismada cosiendo, cuando por la puerta ventanal de entrada desde el jardín se movió abridnose más...como para que una persona entrara. Pensó, que era Hilario el jardinero, que había llegado de improviso y le venía a avisar, que empezaría el trabajo con los nuevos plantines.
Pero no...

Nadie entró y un silencio de esos que son como la antesala de algo extraño, se hizo en todo el lugar...

¿Hilario? Dijo ella...

Quizás así podría espantar el miedo, que la empezó a embargar...

Nada...Silencio, una brisa que traía un olor a lavanda desde el jardín la empezó a rodear.

Allí mismo empezó a rezar, pero en el momento, que empezó a decir las primeras palabras, entre la bruma que se formó en ese instante apareció la figura de su tía Arcadia.
Casi se desmaya del susto...Aunque sin temerle ya, porque la figura tenía un gesto amable, le dijo:

¿Tía que haces acá?
Tu estas en el mundo de los muertos.

Se escuchó una risa cristalina y la figura se movió hacia el costado donde daba la luz del sol...
¿Crees eso? ...Que pertenezco al mundo de los que se fueron?
Fue la respuesta que escuchó en sus oídos...

Ya Noemí estaba más tranquila. Sabía que Arcadia no le haría daño y que por alguna razón inexplicable, la había venido a visitar...

¿ Me quieres pedir algo?...balbució...

¡Si!... Dijo la voz en su interior...
Noemí, se quedó allí, sintiendo el olor a lavanda y esperando, que su tía le dijera lo que le pediría.

[Caracolamarina]

¿Que quieres? musitó...en un instante la voz en su cabeza le dijo:

Quisiera que plantaras en el jardín un cantero de ""No me olvides""" rodeado de la florcita blanca que siempre me gustó, tu la conoces, esa que era la que rodeaba el cantero de las margaritas...

Noemí se acordó que había una flor silvestre, que a la tía Arcadia le gustaba mucho y contestó...
Comprendo...
¡Mañana le diré al Hilario que te cumpla tu deseo!
En ese mismo instante, la bruma desapareció y el olor a lavanda se fue disipando en el aire...

Desde ese día supo ya con seguridad, que compartiría la casa con su tía Arcadia, que además le pediría cosas que ella quizás no pudo hacer cuando vivía.

Se tranquilizó; se preparó un tecito de cedrón. Se sentó a mirar el jardín, que se veía por el ventanal...

[Caracolamarina]

En la noche, hubo una tormenta, de esas con vientos, que vuelan hasta los pensamientos...
Ella en su cama. Bue...La cama, que había sido de los tíos. Enorme como un barco a la vela...se balanceaba con los chirridos del piso, que de alguna forma acompañaba a la lluvia y al viento.
Calladita allí; acostumbrandose a vivir en esos climas de casi Invierno, que le tendrían más de una sorpresa...
Escuchó en el jardín unos pasos y unos golpecitos tenues, en la puerta.
No se asustó.
Se levantó para mirar por la ventana pequeña del cuarto, pero no vio nada entre las oleadas de agua que caían como espesas cortinas sobre los canteros del jardín.
Se encogió de hombros y se acostó de nuevo.
Ya sabría que serían esos pasos. Capaz que el tío o la tía que la venían a ver.

[Neftis]

Querida Caracola, me he imaginado todo lo descrito y ha sido como ver una película de estas de terror. Ha ayudado sin duda esa tormenta.
A mi, me pasa algo parecido y desde luego que no tengo ánimos de levantarme de la cama para ver qué sucede.
Está muy intersante.
Saludos.