Último instante del crepúsculo,
dominio rojo y naranja:
casi fuego
que se esfuma.
El verde, todavía tenía
matices.
Le quedaba un breve instante
de Sol.
Mientras la hierba
dejaba dormir su brillo,
ella se dejó caer.
Se aunó con hojas y juncos
y fue monocolor.
La Luna llamó, amarilla.
Ella,en pie,
fue sombra plateada,
silueta en tu parpadeo,
pensamiento de color,
mixtura con tu iris
violeta,
dulce y claro.
Al alba se volvió blanca.
La buscaste junto al río
y creíste divisarla
en la paleta polícroma
del campo.
El río te sonrió:
No la busques,
va viajando en mi corriente;
ha querido ser mía.
Vete al mar,
Ella es alma de colores,
pero alma nada más.
Es aire, es agua,
es transparente
pero, alguna vez,
al crepúsculo naranja,
se mezclará con tu iris
violeta,
dulce y claro
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