Cuando Jesús envió su mensaje a la congregación de Tiatira, prometió: “Al que venza y observe mis hechos hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones, y pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán hechos pedazos como vasos de barro, como lo que he recibido de mi Padre”. (Revelación 2:26, 27.) Sin duda, cuando llegue el tiempo para ello los hermanos de Cristo que ya están en el cielo participarán en pastorear a la gente y a las naciones con esa vara de hierro.
Cuándo acontece la resurrección celestial. La resurrección celestial de los coherederos de Cristo da comienzo después que Jesucristo regresa en gloria celestial para dar atención, en primer lugar, a sus hermanos espirituales. Al propio Cristo se le llama “las primicias de los que se han dormido en la muerte”. Luego Pablo dice que cada uno será resucitado según su propia categoría: “Cristo las primicias, después los que pertenecen al Cristo durante su presencia”. (1Co 15:20, 23.) Estos, como “la casa de Dios”, han estado bajo juicio durante su derrotero de vida cristiano, empezando con los primeros de ellos en Pentecostés. (1Pe 4:17.) Son “ciertas [literalmente, “algunas”] primicias”. (Snt 1:18, Besson; Rev 14:4.) A Jesucristo se le puede comparar a las primicias de la cebada que los israelitas ofrecían el 16 de Nisán (“Cristo las primicias”), y a sus hermanos espirituales como “primicias” (“ciertas primicias”) se les puede comparar a las primicias del trigo que se ofrecían en el día del Pentecostés, el día quincuagésimo a partir del 16 de Nisán. (Le 23:4-12, 15-20.)
Como los fieles ungidos han estado bajo juicio, cuando Cristo regresa es el tiempo para darles la recompensa, como prometió a sus once apóstoles fieles la noche antes de morir: “Voy a preparar un lugar para ustedes. También, [...] vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes”. (Jn 14:2, 3; Lu 19:12-23; compárese con 2Ti 4:1, 8; Rev 11:17, 18.)
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