Estimado Eduardo. Claro que encuentro valor en lo que dices. Tenemos ideas que son distintas; otras, no lo son tanto.
En resumen, mi diferencia con lo que dices está en que yo necesito ideas que sean formales en segundo grado, no primeramente; son ideas de algo con lo que no son íntimamente iguales. Es en ese aspecto en el que coincido con algunos de los planteamientos que sigues. Lo más importante de las ideas, esto es, para mí, su urgencia, es irrepresentable; no se limita a lo que cabe en su forma.
Para mí es un tipo de ideas que no son intuitivas ni asibles de una vez; son extra-intuitivas, teoréticas, especulativas y, en principio, contrarias a la experiencia (*). Por eso son ideas que requieren de una elaboración; no son tanto representativas como íntimas, más cercanas a cómo las produce el pensamiento (produce, no reproduce); si pudiese ser, lo idóneo es que su aproximación fuese tan preferente que estuviese ya ahí. Estas ideas, pues, consistirían en una ventaja. Vg. como la mayor importancia de una anterioridad a la experiencia que la de una experiencia misma, sin distancia de aproximación; de lo contrario, ¿cómo se iba a pensar en experiencia alguna si no hubiese, antes de que la experiencia fuese objeto del pensamiento, un pensamiento para la experiencia? ¿con ideas que van siempre un paso por detrás haciendo imposible aproximarse a su objeto?.
Pero no hablo de unas ideas cualesquiera. Hablo de ideas, por así decir, sin idea; ideas que estén en falta (**).
(*) Este detalle es importante. Estoy frontalmente en contra de toda experiencia de las ideas en sentido empírico. Las ideas empíricas apenas requieren de la filosofía porque se ha ido a ellas negándola.
(**) Mi idea de la falta es positiva, no negativa; es un principio de razón, cierta legitimación en ellas y su expectativa de garantía. Por otro lado, y por más desconcertante que parezca, a dicha garantía sólo se llega indirectamente, y no de forma directa. Por eso hablé de un estado de garantía sin garantía, como si fuera un error inevitable. Sería una idea de una filosofía de la ciencia especulativa.
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