Rosa blanca,
bañada del rocío matutino
eres tu,
belleza insondable.
Hermosura inconmensurable,
otredad de esta mísero mundo,
cálida voz
y pureza ánima.
Que necesito yo para describirte?
Más necesito, palabras que no las hallo
sólo poseo la certeza
y mi espíritu enamorado.
Navegas por mares eternos,
como brote apenas surgido,
como hierva renaciente,
como primavera en flor...
Y no sé que decirte, mi bien,
atónitamente me veo convertida
con tan solo percibir
la musicalidad de tu voz.
Me quedo aquí reflexionando,
tu magnífica existencia.
Preguntándome si eres ser
o eres una extraña presencia...
Marcadores