Asomada a la ventana de tus ojos
he visto como llovía
lentamente,
el cristal de tus pupilas empañado
y el pasar sin detenerse
de la gente.
No amenazabas a nadie con tu lluvia
y por eso en ti ninguno
reparaba,
mas yo he visto en tus húmedos cristales
la ternura que quería
y esperaba.
Y no importa que la gente tenga prisa
porque contigo voy
a tu casa.
No llueve, las nubes se han escondido.
¿Ves que limpio queda el cielo?;
todo pasa
Alma (Eburnea)
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