Para entender esto debemos analizar qu´e hay en los fundamentos de las
creencias cristianas. El Cristianismo empez´o con un jud´ıo. Jes´us vivi´o como
un jud´ıo en tiempos de muchos de nuestros m´as grandes sabios Talm´udicos.
El gran Hillel vivi´o una generaci´on antes y Rab´ı Akiva lo hizo una generaci´on
despu´es. Sin embargo, nuestras propias fuentes tienen registrado muy poco sobre
la vida de Jes´us. Todo lo que podemos leer sobre ´el lo podemos encontrar en los
Evangelios del Nuevo Testamento, un libro escrito por y para la primera iglesia
cristiana. Este libro, sin embargo, fue escrito principalmente para promover la
causa cristiana y es, por tanto, imposible separar la historia personal de Jes´us
del“Cristo” dise˜nado por la teolog´ıa cristiana temprana.
Poco despu´es de la muerte de Jes´us, encontramos un notable cambio en las
ense˜nanzas de sus seguidores. El Cristianismo, como lo conocemos, empez´o durante este per´ıodo con los trabajos de Pablo de Tarso. Pablo, o como fue conocido previamente, Saul, era un disc´ıpulo del gran Talmudista Rab´ı Gamaliel y
empez´o su carrera oponi´endose activamente a los primeros cristianos. En un incidente dram´atico, camino a Damasco, Pablo se convirti´o al Cristianismo para,
posteriormente, convertirse en uno de sus l´ıderes m´as aventajados. A pesar de
que ´el nunca hab´ıa visto (en vida) a Jes´us, afirm´o haber dialogado con ´el en
esp´ıritu. Bajo el liderazgo de Pablo, muchas de las doctrinas que caracterizan al
Cristianismo fueron proclamadas por vez primera y, en su gran mayor´ıa, nunca
han cambiado. Sus ense˜nanzas est´an grabadas en sus Ep´ıstolas, que forman la
segunda parte del Nuevo Testamento.
Entre las principales ense˜nanzas de Pablo, encontramos:
1. Jes´us fue el Mes´ıas o Cristo; aquel anunciado por los Profetas de la Biblia
y esperado por los jud´ıos. El es tambi´en el Hijo de Dios, y como cualquier
hijo, esencialmente es lo mismo que su Padre
2. El hombre es malo y pecador. Toda la humanidad est´a maldecida debido
al pecado de Ad´an. La Tor´a no puede salvar al hombre pues sus mandamientos son demasiado dif´ıciles de guardar. La ´unica cosa que puede
salvaguardar al hombre de su ultimada condena (al infierno) es la creencia
en Cristo.
3. Los Jud´ıos fueron originalmente el pueblo escogido de Dios pero fueron
repudiados cuando rehusaron aceptar a Su hijo, Jes´us. El nombre “Israel”,
pueblo escogido de Dios, no es m´as atribuible a los Jud´ıos sino a quienes
aceptan a Jes´us como el Mes´ıas. S´olo estos son part´ıcipes del amor de
Dios. El resto est´a condenado al infierno.
4. Hay una ´unica ley ahora que Cristo ha venido, y ´esta es la del amor. Uno
debe seguir el ejemplo del sacrificio de Cristo y, pacientemente, esperar
que Dios sea compasivo en correspondencia.
Nos basta con estos principios del Cristianismo para ver por qu´e los Jud´ıos
no pod´ıan aceptarlas. Contrast´emoslos, punto a punto, con la visi´on Jud´ıa:
1. Jes´us no pudo haber sido el Mes´ıas. Los Profetas predijeron un mundo de
paz y amor despu´es de la venida del Mes´ıas, y esto no se ha dado. Adem´as
cualquier planteamiento de que el Mes´ıas es el “hijo de Dios” es totalmente
inaceptable. En ning´un lugar dicen los Profetas que ´el ser´a nada m´as que
un l´ıder notable y un maestro.
2. A pesar de que la Tor´a efectivamente habla del pecado de Ad´an, ense˜na que
el hombre puede elevarse por encima de ello. El hombre podr´ıa no ser capaz
de autoperfeccionarse, pero fue por esto mismo que Dios nos entreg´o la
Tor´a. Es absurdo pensar que Dios entregara una Tor´a que era imposible
(o demasiado dif´ıcil) de observar. De ninguna manera el Juda´ısmo ense˜na
que uno puede ser “salvado de la condenaci´on” simplemente “por creer”.
Cualquier convicci´on verdadera en Dios debe guiar (necesariamente) a una
persona para que (tambi´en) observe Sus mandamientos.
3. Es imposible imaginar que Dios eventualmente rechazara al pueblo Jud´ıo.
En muchos pasajes, la Biblia claramente establece que Su pacto con Israel
es para siempre.
4. En muchos pasajes, la Biblia dice que la Tor´a fue entregada para la
eternidad. Es por tanto imposible decir que ha sido reemplazada por una
nueva ley o testamento. El amor solo no es suficiente, porque uno debe
saber como expresarlo y, para ello, necesitamos a la Tor´a como gu´ıa. El
amor es s´olo uno de los mandamientos de la Tor´a; las buenas acciones son
su necesaria expresi´on.
¿Por qu´e preferimos estas ideas a aquellas expresadas por Pablo y el Cristianismo?
Por un lado, no vemos evidencia de que Jes´us haya sido realmente el Mes´ıas
esperado por Israel. La promesa Mesi´anica incluye cosas como una paz perfecta
y unidad entre los hombres, amor y verdad, conocimiento universal y felicidad
sin tribulaciones, as´ı como el fin de todo el mal, de la idolatr´ıa, falsedad y odio.
Ninguna de las condiciones anteriores ha sido alcanzada por el Cristianismo.
A esto, la respuesta cristiana es la simple afirmaci´on de que “todas las cosas
en realidad han cambiado con la venida de Jes´us. Si el cambio no es visible,
es porque el hombre es malvado y no ha aceptado verdaderamente a Jes´us y
sus ense˜nanzas. Entonces el Mes´ıas (o Cristo) tendr´a que volver para probar su
victoria”.
El Jud´ıo se rehusa a aceptar la excusa de que las principales profec´ıas en lo
concerniente al Mes´ıas ´unicamente ser´an cumplidas en la “segunda venida”. El
espera que el Mes´ıas complete esta misi´on al primer intento. El Jud´ıo cree, por
tanto, que el Mes´ıas todav´ıa est´a por venir.
Pero hay de hecho un punto que no debemos dejar de considerar pues su
importancia es mayor que la mera identidad del Mes´ıas. El Cristianismo tambi´en
ense˜na que Jes´us fue Dios en forma humana. El Jud´ıo mira esto como una idea
totalmente equivocada sobre Dios. Hace a Dios demasiado peque˜no pues, al
afirmar que El puede tomar forma humana, se disminuye tanto Su unidad como
Su divinidad.
Discordamos con el Cristianismo no s´olo con respecto a creer, sino tambi´en
con respecto a lo que el hombre debe hacer. El Cristianismo tiende a negar que
las acciones u obras del hombre son realmente ´utiles. La ´unica cosa que puede
salvar al hombre es su fe ante su estado pecaminoso y una total dependencia en
Cristo. El Jud´ıo, por otro lado, cree que el hombre puede acercarse a Dios al
obedecerle guardando Sus mandamientos.
El Cristianismo arranca entonces con una idea, mientras que el Juda´ısmo
parte exactamente con la idea opuesta.
El Juda´ısmo parte con la idea de que el hombre es creado “en la imagen de
Dios”. Por tanto no debe ir tan lejos para descubrir lo divino, tanto en s´ı mismo
como en otros. Hay siempre una oportunidad para despertar lo divino en uno
mismo mediante la observancia de Sus mandamientos. El Jud´ıo empieza con
esta oportunidad.
El Cristianismo, por otro lado, parte con la idea de que el hombre es pecador
y depravado. Dejado a su voluntad, el hombre est´a absolutamente condenado.
De manera natural ´el est´a involucrado en lo malo y deber´a, por tanto, hacer
algo para ser salvado de tal maldad.
La primera pregunta que un cristiano plantea es: “¿Qu´e has hecho para ser
salvado?” Para el Jud´ıo, est´a pregunta casi no tiene sentido alguno. Esta no es,
para nada, la forma jud´ıa de pensar. El Jud´ıo pregunta: “¿C´omo puedo servir
a Dios? ¿C´omo puedo guardar Sus mandamientos?” El enfoque central del Juda´ısmo yace en la observancia de los mandamientos de la Tor´a. Vemos al hombre
6¿Por qu´e no somos cristianos?
y apreciamos su grandeza, porque ´este puede obedecer estos mandamientos y
cumplir con el deseo de Dios.
El Cristianismo ense˜na que el hombre es tan malvado que no puede realmente
servir a Dios. La Tor´a es demasiado dif´ıcil para el hombre. La ´unica cosa que el
hombre puede hacer es creer en Cristo y esperar ser salvado.
El Jud´ıo responde que el mismo hecho de que Dios nos entregara mandamientos y que nos dijera que los obedeci´eramos nos instruye que, en efecto, podemos
servir a Dios y cumplir con Su voluntad. Es impensable que Dios entregara a
Su pueblo una Tor´a si ´esta fuese imposible de guardarla.
A pesar de que todos los disc´ıpulos de Jes´us fueron jud´ıos, no pudieron convencer a sus contempor´aneos sobre sus ense˜nanzas. Los primeros dogmas del
Cristianismo se presentaban m´as cercanos al mundo gentil pagano que al Juda´ısmo. M´as y m´as, el Cristianismo fue rechazado por los Jud´ıos y aceptado por
los gentiles. Se transform´o hasta constituirse en una iglesia gentil, y su actitud
hacia los Jud´ıos se volvi´o m´as y m´as hostil. Busc´o constantemente convertir a
los Jud´ıos, a veces recurriendo incluso a la crueldad y a la fuerza, pero el Jud´ıo
se mantuvo firme. El Cristianismo puede haber cambiado la historia humana,
pero nunca pudo ganarse el apoyo de los Jud´ıos. El Jud´ıo se sostuvo con su
Tor´a y camin´o por el camino que ella dictaba.
En resumen, hubo dos ense˜nanzas cristianas que el Jud´ıo jam´as pod´ıa aceptar. El Cristianismo ense˜n´o que Dios hab´ıa asumido forma humana en Jes´us, y
que la Tor´a ya no ten´ıa valor. El Jud´ıo rechaz´o estos dogmas, aun a costa de su
vida.
Marcadores