Una solución, sencilla y evidente, para un tema controvertido.
El sábado 2/0672012 la periodista Begoña Gómez Moral escribía en El Correo el artículo: "El cerebro, materia no tan gris". De ella tomo datos antropométricos o volumétricos cerebrales, sobre personas de actividad mental pública o socialmente conocida y destacable; aceptaré los datos que inserta porque no me parecenen nada ilógicos.
Las mujeres no deben sentirse intelectualmente discriminadas por el tamaño cerebral, porque en un desarrollo normal, tiene relación con el corporal, incluso con la energía a desarrollar.
Generalizando, la magnitud volumétrica no excepcional y normal del cerebro de Einstein, demuestra que el desarrollo intelectual realizable, depende de otras condiciones cerebrales, además de las puramente antropométricas.
La capacidad de realizar correctos datos complejos de un ordenador electrónico, no depende de su capacidad de memoria y la del resto de sus componentes; sino que, aún habiendo sido, bien diseñado y construido puede encontrarse deteriorado.
Precisamente en occidente, eso es lo más normal, el deterioro; mi obra titulada: El cristianismo creó un Dios y un infame; ambos falsos, da explicación científica a ese argumento.
El tamaño del cerebro inicialmente, pudiera tener una relación directa con capacidad mnemótica; Einstein se manifestó siempre como no sobrado de ella; decía: "Lo que puedas guardar en el bolsillo, no lo guardes en la memoría": así que no resulta incohente la normal capacidad volumétrica de su cerebro.
En un sketch televisivo, Geraldine Chaplin manifiesta, su padre le decía: Talentos hay muchos, lo importante es: trabajo, trabajo, trabajo.
Es admirable a las conclusiones a que algunos "animales irracionales" pueden llegar, sin disponer del medio de la palabra que les facilite para concretar conceptos.
Hay muchas personas, alardeando públicamente de presunta inteligencia que irán depauperándola, poco a poco hasta morirse, sin haber dejado otra muestra humana de ella, más que vivir de la referida presunción.
No puedo presumir de listo, cada día soy más decadente económicamente, pero ahí quedan mis obras para el esclarecimiento de algunos temas trascendentes.
Gabriel Carretié González
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