Si. Se ahogaba.
-No era un ahogo debido a la falta de aire, más bien era por acumular un gran peso sobre sus hombros, como si debido a esto tuviera que andar, completamente doblada, debido a ese peso imaginario le hacía sentir como si le faltara oxígeno.
Una sensación muy desagradable por cierto, porque además se daba cuenta que todo eran figuraciones suyas.
-Repasó mentalmente qué cosas podían producirle esta sensación tan desagradable.
-Cuando lo descubrió, se sintió completamente anonadada y triste.
-Ese malestar se lo producía LA RUTINA.
-Y sintió pena de sí misma. Enseguida supo que era lo peor que le podía suceder.
-La rutina lo mata todo. La ilusión. Las ganas de vivir. Produce cansancio y por ende esa asfixia.
-Siempre lo mismo, ya no sonaba el despertador, pero le daba lo mismo, a la misma hora a diario se levantaba, se arreglaba, y ahí estaba la rutina. La casa. La soledad. Algún día el paseo matutino. Y alguna vez reunión con las amigas.
Todo lo demás, siempre era una repetición. Ya estaba cansada de vivir con esa emoción tan desagradable.
-Era urgente encontrar alguna cosa que borrara por competo esa sensación.Y se le pasó por la cabeza hacer algo que nunca hubiera hecho. Tenía que ser algo realmente sonado.
-Ya lo pensaría..O quizás no. Sin pensar nada, haría por una vez en su vida algo que se saliera de lo normal.
-En realidad quería huir hacia adelante. No dejaba de ser una solución. Lo decidió así de repente. Mañana mismo lo pondría en práctica. Se iría de viaje, no le importaba el destino.
- Sólo necesitaba sacudirse de encima esa modorra producida por la rutina.
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