Este pseudo argumento de que las mayorías son las que dan el contenido “principal” a la normalidad es un historicismo lógicamente falso y, psicológica y sociológicamente, ingenuo e ideológico; es una idea hecha a la medida de intuiciones falsas (*) y no problemáticas.
La normalidad social no es una idea absoluta, sino que necesita ser contrastada con la anormalidad. Las ideas dadas son, por lo general, ideas negativas, ideas de algo. Y si se quiere saber de qué son las ideas y cómo van de una psique a otra conviene conocer de primera mano, esto es, lógicamente, qué le falta a una idea para ser cuadrada desde una perspectiva que dé coherencia, legitimidad, justicia, etc.; de lo contrario, se usa el molde lógico para hacer ideología.
De cualquier manera, considero que la idea de la orientación sexual no es más que una preferencia desarrollada de acuerdo con un discurso incoherente (incierto). Si no fuese incoherente, si fuésemos a priori con la idea de la propia sexualidad, seríamos demasiado estrictos con la diversidad de la experiencia sexual. ¿O a uno le atraen las mujeres, o los hombres, sin hacer de su gusto una mera convención destinada a simplificar su idea?.
En cierto modo, todos tenemos gustos; pero si se mira de cara la lógica del gusto, nos daremos cuenta de que hay muchos grados intermedios antes de que el gusto esté, por así decir, dictado a priori. ¿O el gusto es, efectivamente, a priori, y somos sensibles a él en absoluto?. El gusto sería una idea infinitamente irrepresentable.
NOTA. La contradicción de algunas ideas que planteo no entran en el foro de psicología sino en los de filosofía, sociología y, si caso, genética. En todo caso, aunque la homosexualidad sea interesante desde el ángulo de la psicología social, porque la sexualidad es una experiencia que extiende la psicología, la psicología social no va a ningún lado cierto sin rebajar el exceso de psicología.
(*) La idea de una intuición falsa lleva cierta complejidad intuitiva: toda idea de la intuición está determinada, aunque la historicidad de la intuición la abstrae.
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