Muchas veces me he preguntado si el alma puede doler.-
En muchas ocasiones, cuando las cosas cotidianas no se presentan como quisiera, digo que me duele hasta el alma, como definición de que estoy prácticamente al borde del abismo.
-Rápidamente rectifico, el alma no puede doler. En realidad no sabemos ni si existe.
-Enseguida me hago la pregunta del millón. ¿Qué es el alma? ¿De qué está hecha? Pero sobre todo, ¿en qué parte de nuestro cuerpo se esconde? Y es entonces cuando empiezo a cavilar y por más vueltas que le doy, no encuentro ninguna respuesta que me convenza.
-Hay quien dice que es algo inmaterial, otros aseguran que es etérea, que es como una luz que abandona nuestro cuerpo, cuando éste ya ha llegado al final de su camino, entonces cuando la parte material ya no tiene ningún valor, es cuando el alma nos abandona. Porque algo si que tengo muy claro, y es que venimos aquí, con fecha de caducidad.
-¿Nuestros órganos ya caducos, no quieren seguir unidos a esa alma?-
¿Es entonces cuando se rompe ese cordón, que hay quien asegura que nos mantiene unidos a ambas partes?-
Se ha escrito mucho sobe este tema y pero nadie ha podido demostrar nada concreto, nos tenemos que seguir imaginado esas fantasías que de alguna manera nos han sido transmitidas a través de algunos tipos de lecturas.-
Incluso hay quien dice que puede ver ese halo de luz en las personas, el aura. ¿Será cierto? -
La verdad es muy complicado llegar a una conclusión. Creo que lo mejor es no pensar demasiado en estas cosas. Digamos que el alma, puede ser nuestra conciencia, y aquí se acabaron todas las preocupaciones. Eso sí, siempre y cuando tengamos la conciencia tranquila.-
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