Iniciado por
Neftis
Simplemente se negaba a creerlo, a ella no podía sucederle esto
.De acuerdo que últimamente su relación habían surgido muchas discrepancias.Nunca creyó que el enfado de su pareja fuera tan importante como para decirle que se iba de casa.
Pero allí estaba el hecho consumado, desde hacía dos noches que él, no las pasaba a su lado. Su única compañía fue la soledad.
Sí la soledad y todos los recuerdos de los años pasados juntos.Sus relaciones íntimas se habían espaciado tanto…¿Había realmente un sólo culpable.
O bien cada uno había añadido a su convivencia momentos difíciles de superar?
Dadas las circunstancias, ninguno de los dos tuvo el suficiente valor para averiguarlo y remediarlo, y el fino hilo que los unía se rompió.
Después de aceptar su desaparición, ella un domingo se dedicó a sacar de los armarios todo lo que le pertenecía, ropa, fotos, libros, en fin todo lo que tenía el sello masculino, lo puso en grandes bolsas, y le mandó un mail, diciéndole que las pasara a re*****, que todo aquello ya no formaba parte de su existencia.
Y así terminaron unos años de sus vidas, con todos los recuerdos metidos en desagradables bolsas, esas que se usan para tirar la basura.Sí todo quedó hecho añicos, su convivencia se había convertido en algo de usar y tirar.
La vida es así muchas veces.
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