Siempre deben de ser dentro de la vocación del matrimonio, guardarlo para disfrutar con su media naranja. Poner en su orden, ordenar en su sitio, tales sueños.
No creo que esté bien que piensen, no digo que sueñen, en pensamientos eróticos, y por ejemplo su función sea el masturbarse. Ni consentirlos. Una cosa es que te gusten las mujeres, porque estás llamado a formar una familia, y otra cosa es permitir y consentir malos pensamientos.
Los sueños no son pecado.
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