Los pimientos de Padrón


Hoy Júpiter brilla más que nunca,
la Luna es engaño resplandor,
Marte es una trampa,
y la Tierra es un poema de limón.

Yo no niego que el enfermo
sea planeta,
pero pienso que un planeta enfermó,
creyendo que en el mundo es saeta,
único misterio en su paleta
de irredento sospechoso en el inciso,
que hizo un Cristo como ofrenda
y es un títere encantado por un troll.

Espero no asumir ningún enema
que no sea acreditado en su dicción,
y se diluya si aún deambula alguna mena
que no sea del tintero de su autor.

El espacio acogedor sea la prueba
y que el tiempo que nos mide su reloj,
cuando expande, si lo hace tenga ruedas
de infinitas trayectorias salomón.

Nada hay si nada queda,
y el espacio siempre ha sido
necesario en el avance proporción;
romperá la materia fría y muerta
si un poeta nunca llega trovador.

Hoy los soles son millones,
lo que antes fueron
una especie en extinción,
ahora soplan, ahora valen:

"Os pementos de Padrón,
uns pican e outros non"