Locura de Áyax

Amanece la aurora en dedos rosa,
ya murió el semidiós Aquiles pélida...
Culpa fue del aqueo Agamenón,
necio rey que usurpó la joya, átrida
que apeteció Briseida enamorada,
recompensa divina tan hermosa,
dejando al As la furia despertada
y al hijo de Peleo amargo son.

Nauta mortal de pie ligero, azor
que fue desde el talón; mas, los tirantes
de arco Olimpo, banquete al Sol de Ántrax,
fundado por los dioses y gigantes,
que de antiguo..., si aquello fue dolor,
por ese ¡Ay!, el acanto hechiza un Áyax.