Pues entonces dejemos que Dios obre.
Hay un problema de entender a Dios. Cristo vino a salvar no a condenar, especialmente a ls "ovejas descarriadas".
Cuando alguno pecamos, vamos al confesor y salimos sin pecado. Esto no lo tiene el suicida. Por lo tanto debemos de creer que la misericordia de Dios también le llegará a él, por un camino u otro.
La confesión de los pecados es un sacramento que no dispone el suicida, por lo tanto será Dios mismo quién le juzge mirando al corazón del suicida. Y para ello se tiene que dar tres condiciones. Si no se dan, el suicida queda salvo.
El hombre no esta hecho para el sábado, sino el sábado está hecho para el Hombre.
Dejemos obrar a Dios.
Vamos a ver si Dios es Bueno, no puede ser malo, porque solo es una naturaleza.
No puede amar y odiar; no puede decir la verdad y mentir, etc..
Por lo tanto no puede salvar y condenar.
Queda muy claro en la Biblia que vino a salvar a una humanidad que está en pecado ya desde su mismo nacimiento.
Mira si no qué sentido tiene que se deje crucificar en la cruz. Y solo hay uno posible: la redención de la humanidad.
Me estoy dando cuenta que crees en un Dios sádico, vengativo, que no perdona, que espera a la primera oportunidad para vengarse y mandar la gente al infierno, etc..
Si es así, no tiene sentido su muerte ignomiosa en la cruz. A menos, claro, que pensemos, que es tan sádico que se divierte ver matar a su Hijo, porque se aburre y desea ver males nuevos.
Ciro se quedó calladito ...
Marcadores