LA EDITORIAL
Estábamos reunidos en una sala no demasiado grande, esperando a que se la autora del libro que en pocos días saldría a la calle, subiera a la tarima que tenían preparada.
Pude escuchar a la autora, mientras hablaba con unas personas, lo ilusionada que se sentía al ver publicado su primer libro.
Y mientras miraba orgullosa la sala llena de gente, le comentó – al que luego nos presentó como su editor- No sabes como me complace ver el interés que ha despertado mi nuevo libro.Se oía el murmullo de gente ablando de sus cosas. El público era variopinto las edades oscilaban entre adolescentes a gente mayor, sobre todo matrimonios de una cierta edad.
Me llamó la atención un grupo de cuatro mujeres, muy enjoyadas y bien vestidas, que cuchicheaban entre sí, sin dejar de mirar por todos los rincones, era evidente que estaban buscando algo. Por fin logré oír parte de su conversación.-. Creo que aquí, no van a servir nada como aperitivo – dijo en tono de reproche-.- Supongo que no, a estas horas ya deberían haber puesto como hacen en otros eventos, unas mesas con algo de comida y bebida.- respondió una de ellas en el mismo tono. – En la última recepción, fue abundante y exquisito.- ¿Nos vamos? – dijo una tercera – hoy nos tocará tener que cocinar algo si queremos cenar-
Y sin más cumplidos, ni esperar a que la autora disertara sobre su libro, abandonaron la sala.Yo me quedé perpleja.Aquellas mujeres sólo habían ido con la intención de engullir algo que llevarse a la boca, para no tener que hacer la cena.Dos cosas me quedaron muy claras. Una que vivían solas y si iban a un lugar donde sirvieran comida, aunque fuera poco, no cocinaban. La otra cosa era que lo más probable fuera que no tuvieran ni idea, que allí se trataba de mostrar el nacimiento de un nuevo libro-
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