Donde duermen los Búhos
Te amé y no me arrepiento,
de tu fresco calor,
de tu helado fuego,
de tu estar soñador,
que me tiene despierto.
Te quise más que a ninguna,
y convertido en amor,
ávidos se clavaron mis ojos,
y en tu esencia y alma oscura,
te observé sin temor,
pues como yo vagaba a su antojo.
Moramos entre tinieblas,
y entre lunas nos amamos;
abiertos son los caminos,
los días noches sin estrellas,
y sólo una deseamos,
entrelazados los destinos.
Yo te miro y tú me miras,
yo me duermo y tú me velas,
yo respiro y tú suspiras;
cuando recibo dulces tus almendras,
yo me muero por tu ofrenda,
cuando recibo amargas tus querellas,
yo despierto por tenerlas.
Te vi donde duermen los búhos,
en claros de luna,
en noches en vela,
en días nocturnos,
en oscuros desiertos,
de clara silueta.
Depredadores en penumbra,
durmientes en sus selvas,
en días oscuros de noches eternas,
en la sola luz que nos alumbra,
en ti perdido... y tú siniestra.
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